EL PAÍS
NUEVA YORK, EU.- La comisión independiente que investiga el escándalo en el programa Petróleo por Alimentos para Irak cargó ayer contra su antiguo director, el chipriota Benon Sevan. El informe preliminar, hecho público ayer en Nueva York, analiza las irregularidades administrativas detectadas en la gestión del programa que fue creado por la ONU para asistir a la población iraquí en los años del embargo económico contra el régimen de Saddam Hussein. El informe no hace ninguna referencia al papel del secretario general, Kofi Annan, cuya renuncia persiguen sectores de la derecha estadounidense.
Paul Volcker, quien lidera la comisión de investigación independiente, entregó ayer los resultados preliminares de su esperado informe al secretario general de la ONU, Kofi Annan. Aunque antes, el ex presidente de la Reserva Federal había adelantado los principales detalles del documento en un artículo firmado por él mismo en The Wall Street Journal, el medio de comunicación que más está cargando contra la ONU junto a la cadena Fox.
Volcker asegura que el sistema de concesión de contratos del programa Petróleo por Alimentos estaba “manchado” y sujeto a “consideraciones políticas” que provocaron al final que no se aplicaran las reglas contables y de transparencia que tiene establecidas la ONU. Las auditorías, continúa, no fueron adecuadas. “Quizás esto no sorprenda”, señala el ex presidente de la Reserva Federal. De hecho, en medios diplomáticos se explica que el programa era de tal complejidad y dimensión que se daba por descontado que pudieran producirse irregularidades.
A partir de estas premisas, las conclusiones de este primer informe van dirigidas directamente contra el ex director del programa, el chipriota Benon Sevan. Según relata el propio Volcker, Sevan participó directamente en el proceso de selección de los contratos de compra de petróleo, “lo que le colocó en un conflicto de interés irreconciliable”.
Esto, añade el documento de la comisión, supone una violación de las reglas administrativas y de los procedimientos de la ONU. Pero no se espera que en esta fase de la investigación se lancen acusaciones criminales precisas contra Sevan ni otros funcionarios, a pesar un documento muy crítico. Además, las conclusiones de Volcker hacen referencia a la pasividad del comité dependiente del Consejo de Seguridad que debía supervisar la situación en Irak. Su responsabilidad final era controlar el funcionamiento del programa Petróleo por Alimentos mientras estaba en vigor, para evitar que el régimen de Saddam Hussein cometiera abusos.