CONSEJOS MÉDICOS
EL SIGLO DE TORREÓN
Miopía, hipermetropía y astigmatismo son los trastornos oftalmológicos más comunes en los menores.
TORREÓN, COAH.- Ante la cercanía del regreso a clases, los padres de familia deben tomar en cuenta la importancia de detectar de manera oportuna los trastornos oftalmológicos que los menores puedan padecer, ya que éstos pueden influir en un mal desempeño escolar y sobre todo, obstaculizar el adecuado desarrollo mental de niños y niñas.
De acuerdo con algunos especialistas, los defectos visuales de refracción con disminución de la agudeza visual, son de gran importancia en la infancia, pues en esta etapa el individuo tiene una enorme necesidad de tener una imagen nítida para lograr un desarrollo normal de la función visual.
Entre los padecimientos más comunes en la población infantil se puede mencionar la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, además de las conjuntivitis derivadas de causas alérgicas o infecciosas.
Se considera que en países de América y Europa, se han efectuado estudios oftalmológicos que han indicado una prevalencia de los defectos visuales de refracción hasta en un 20 por ciento en los países nórdicos.
Aunque en México cabe la posibilidad de que se hayan efectuado dichos estudios, no existen publicaciones al respecto que ofrezcan un panorama general de este problema de salud en los infantes.
Generalmente, se considera que el diagnóstico de las alteraciones de la agudeza visual se realiza en forma tardía, es decir, después de los cinco años, lo cual se atribuye a que los padres y los pediatras no sospechan de la existencia del problema, además de que la exploración oftalmológica no forma parte de la exploración rutinaria de los médicos especializados en niños y niñas.
Entre las consecuencias de una mala función visual destaca la ambliopía, la cual se define como la disminución de la agudeza visual en ojos orgánicamente sanos. Sus principales causas son los errores de refracción y el estrabismo.
En algunos casos, los niños se han acostumbrado a tener una visión borrosa y no refieren ninguna molestia a sus padres; en otros, la necesidad de una revisión oftalmológica es muy evidente cuando se acercan demasiado al televisor o los cuadernos mientras estudian; el ceño fruncido es otra característica de ellos.
Los especialistas consideran que es poco frecuente que algún niño mencione dolor de cabeza por necesidad de lentes.
Cuidado visual.
La edad escolar es clave porque a partir de ésta el individuo comienza a referir problemas de la vista.
·Es necesario intensificar las acciones de salud para detectar a niños y niñas con deficiencias visuales.
·Entre los padecimientos más comunes en la población infantil figura la miopía y el astigmatis-mo, que generalmente se resuelven con el uso de lentes.
·Las conjuntivitis por alergia o infección también suelen ocasionar problemas en los menores, aunque para ello se les debe proporcionar tratamiento según el caso.
·Otras enfermedades como el estrabismo o desviación de los ojos, son menos frecuentes, ocasionadas por otras deficiencias en la retina o cataratas, y deben ser corregidas mediante cirugía.
·Se recomienda someter a los pequeños a un examen de la vista anualmente.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
