Agencias
MÉXICO, DF.- El cardenal Norberto Rivera Carrera consideró como ?ridículo? que empiecen a ponerse bardas en Estados Unidos, pues aseguró que lo que se necesita son fuentes para relacionarnos y no muros que dividan.
En entrevista, el arzobispo primado de México sostuvo que estos procedimientos están fuera de época y más cuando el mundo se está abriendo, cuando las mercancías y las comunicaciones se globalizan.
Luego de celebrar la misa solemne de Pentecostés en la Catedral Metropolitana, Rivera Carrera indicó sobre los señalamientos hacia México por el embajador de Estados Unidos, Antonio O. Garza, que ?los extranjeros siempre tienen que abstenerse, y más si tienen cargos de representación, de opinar sobre asuntos internos de una patria?.
Por tanto admitió Rivera Carrera, México también debe abstenerse en asuntos internos y respetar las opiniones de los propios países.
Sobre si considera racista la opinión de que los mexicanos trabajan más que los negros en el vecino país del norte, Rivera Carrera precisó que esa declaración ?no tiene nada de racista. Es una realidad que así se da en Estados Unidos y no tiene nada que ver con ese término?.
En tanto en la editorial del periódico oficial de la Arquidiócesis Primada de México ?Desde la fe?, califica como ?simplista? las soluciones que da Estados Unidos sobre los muros en las fronteras, que sólo -asegura el texto- va en la línea de la represión.
En la publicación se reconoce que los inmigrantes se han convertido en uno de los temas más complicados en la relación de México con Estados Unidos. Esto porque va de por medio una problemática humana con muchas repercusiones: desde el abandono del propio país, la división de sus familias y la falta de respeto a sus derechos humanos.
Por eso las soluciones ?simplistas? del lado norteamericano van sólo en la línea de la represión: exagerada revisión aduanal, vigilancia fronteriza y un creciente y costoso armamentismo oficial.
La reacción desesperada de algunos gobernantes y ciudadanos de Estados Unidos, advierte el documento, los está llevando al enfrentamiento personal que puede derivar en violencia criminal.
Es tiempo de buscar una solución completa que mire al bien de los ciudadanos de ambas partes y al auténtico desarrollo de la sociedad y de las personas, concluyó la editorial.
