Japón es el mayor contribuyente; Tokio entregará 250 millones de dinero en efectivo.
Ginebra, (EFE).- La diplomacia de la ONU consiguió hoy en Ginebra que los países donantes hicieran un gesto sin precedentes y en los próximos días entreguen en efectivo el 70 por ciento de las cantidades solicitadas para las víctimas del terremoto del sudeste asiático.
"Hemos logrado que en los próximas días los donantes se comprometan a entregar 717 millones del total de 977 requeridos hace una semana por el secretario general de la ONU, Kofi Annan", afirmó Jan Egeland, coordinador de este organismo internacional para la asistencia humanitaria.
La intensa diplomacia desplegada por la ONU desde que hace dos semanas un terremoto y posterior "tsunami" asolaran once países ribereños del Indico dio sus frutos en una conferencia internacional de donantes celebrada en la sede europea de este organismo, y a la que asistieron más de 250 representantes de gobiernos, instituciones y organizaciones no gubernamentales.
"Esto no pasó nunca antes de ahora. Es dinero que se va a poder gastar inmediatamente. Los 717 millones de dólares comprometidos hoy es tres veces más de lo que tuvimos como respuesta global en 1998 cuando el huracán Mitch golpeó el Caribe", afirmó Egeland.
En los últimos días Annan y los demás representantes de la ONU han insistido en todos los foros internacionales sobre la necesidad de que los donantes no se olviden, como en otras crisis internacionales, de pagar lo que prometen cuanto un desastre llega.
Japón es el mayor contribuyente, pues durante la conferencia de donantes su viceministro de Asuntos Económicos, Shuzen Tanigawa, anunció que Tokio entregará 250 millones de dinero en efectivo.
También darán su aportación en metálico la Comisión Europea, Alemania, Noruega, Reino Unido, EU, Suecia, China, Canadá, Australia, Finlandia, Dinamarca, Finlandia y Rusia, entre otros.
Egeland, que recalcó la necesidad de "mantener este nivel de esfuerzo en los próximos meses", consideró positivo ver que países que tradicionalmente no son donantes -como China y Rusia- se han sumado al esfuerzo y señaló que espera que ésa sea la nueva tónica que impere.
El coordinador de la asistencia humanitaria de la ONU agradeció a los medios de comunicación su presencia en la zona y aseguró que "la prensa también ha tenido que ver con este éxito".
Por su parte, el vicepresidente del Banco Mundial (BM), James Adams, subrayó la importancia de que sean las mismas comunidades de afectados los que diseñen sus planes de recuperación, con propuestas de "estrategias a largo plazo que vayan hacia el crecimiento económico y la reducción de la pobreza".
Adams señaló que el BM puede aumentar su asistencia hasta mil millones de dólares en los próximos meses.
Por su parte, Aileen Carroll, ministra canadiense de Cooperación Internacional, aseguró que su país "va a hacer todo lo posible por las víctimas de la catástrofe durante el tiempo que sea necesario".
Carroll se refirió también a los conflictos internos que viven algunos de los países afectados, como es el caso de Indonesia y Sri Lanka, y señaló que "es vital que la ayuda no agrave las tensiones. Nos tenemos que asegurar de que esa asistencia se distribuye de manera equitativa a las personas y en las comunidades".
Egeland pidió a los gobiernos de esos países que "faciliten el acceso de las agencias humanitarias incluso en las zonas de conflicto".
A ese respecto, la ministra holandesa de Cooperación para el Desarrollo, Agnes van Ardenne-Van der Hoeven, pidió que la ayuda humanitaria en los países en que hay movimientos que "contestan la autoridad del Gobierno tiene que ser neutral. Pero cuando llegue la reconstrucción, tenemos que ver que esa fase va de la mano de la paz".
El representante de Japón, en sintonía con las demás delegaciones, afirmó que su Gobierno quiere que "la ONU desempeñe un papel central", y anunció que Tokio "proporcionará asistencia lo máximo posible mediante recursos financieros, conocimiento y experiencia y recursos humanos".
El embajador de Tailandia ante las agencias de la ONU en Ginebra, Chaiyong Satjipanon, explicó que su país declinó la asistencia financiera internacional "para que la reciban otros que lo necesitan más" y agradeció a la comunidad internacional la atención a su país, que perdió a 5.300 ciudadanos y contabilizó 3.000 desaparecidos.
Chaiyong dijo que su país ha comprometido asistencia por 100.000 dólares en favor de las Maldivas y desbloqueará un millón de dólares más para ayudar a las otras víctimas del Indico.
El Gobierno tailandés ha designado 700 millones de dólares para las labores de asistencia y reconstrucción en su propio país.