CONSUMO INTELIGENTE
AL NATURAL | ESTE TIPO DE ALIMENTOS ES MÁS QUE UNA MODA O CAMPAÑA PUBLICITARIA
EL SIGLO DE TORREÓN
Los artículos son resultado de procesos agropecuarios comprometidos con la salud del consumidor
TORREÓN, COAH.- Cuando se escucha la palabra ?orgánico?, se suele relacionar con productos sanos como los que ostentan las etiquetas 100 por ciento natural, biodegradable o ecológico, que se venden en el súper o se anuncian en la televisión.
Sin embargo, de acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los productos orgánicos son el resultado de algo más que una moda o campaña publicitaria, y de hecho, han estado en el mercado desde hace tiempo.
Son el resultado de procesos agrícolas y ganaderos comprometidos con la salud de los consumidores, la calidad de vida de los productores y la conservación del medio ambiente.
En el caso de la agricultura, no se utilizan insecticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos; tampoco está permitido el uso de organismos genéticamente modificados (OGMs) vegetales o animales, el riego con aguas negras ni el utilizar radiaciones (para eliminar gérmenes potencialmente dañinos).
Respecto a la producción de carne, está prohibido alimentar a los animales con productos sintéticos y aplicarles hormonas de crecimiento.
En estricto sentido, se trata de un regreso a lo natural; sin embargo, el concepto ?orgánico? pretende ir más allá, pues promueve el comercio justo (trato equitativo entre productores, intermediarios y consumidores) y un manejo racional de los recursos, como por ejemplo, el agua y la energía.
De acuerdo a la Profeco, el origen de la agricultura orgánica se sitúa en Inglaterra en la década de los 40, en donde ya se reflejaban las consecuencias de la agricultura industrial, como la contaminación del medio ambiente y enfermedades debidas al uso continuo de fertilizantes químicos.
Durante la década de los 80, la agricultura orgánica experimentó un gran auge debido a la detección de restos de dioxina (un compuesto presente en un herbicida, el ?agente naranja?, usado en la guerra de Vietnam), más otros contaminantes en alimentos, y en años recientes, por la aparición del mal de las ?vacas locas? (encefalopatía espongiforme bovina) y la polémica por el uso de OGMs en la producción de alimentos.
Actualmente se cultivan en el mundo 126 millones de hectáreas de productos orgánicos, de las cuales 11 millones están en Australia, principal país exportador, seguido por Argentina, con dos punto 96 millones de hectáreas.
Por otro lado, Estados Unidos está al frente en cuanto a los países consumidores: en 2002 su demanda fue de 11 punto 75 millones de dólares, cifra que en el año 2007 se estima alcance los 30 punto siete mil millones de dólares.
Actualmente el mercado de productos orgánicos en el mundo se valora en 40 mil millones de dólares, y se pronostica que en el año 2010 alcanzará los 100 mil millones de dólares.
Potencial exportador
México no es ajeno al crecimiento del mercado de productos orgánicos, no obstante, los expertos opinan que podría convertirse en un gran exportador y obtener más divisas en este rubro.
Según datos de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés), este país ocupa el puesto número 13 en el mundo en cuanto a superficie destinada a la agricultura orgánica, esto es, unas 400 mil hectáreas (en el año 2001 se estimaron unas 103).
Lo anterior muestra un avance significativo (cerca del 25 por ciento anual) en la transición de la agricultura convencional a la orgánica, paso que han dado principalmente los pequeños productores ?representados por campesinos y grupos indígenas-, que actualmente cultivan el 84 por ciento de la superficie orgánica, en contraste con los grandes productores que sólo cultivan el 16 por ciento.
Entre los estados productores de orgánicos destacan Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Chihuahua y Guerrero, que ocupan el 82 punto ocho por ciento de la superficie orgánica total. Solamente Chiapas y Oaxaca ocupan el 70 por ciento de esta superficie, en la cual principalmente se cultiva café.
¿Qué marca la diferencia?
Para el consumidor promedio no es evidente la distinción entre un producto orgánico de otro que no lo es. En términos generales, podrían mencionarse algunas diferencias:
Están libres de aditivos y conservadores sintéticos que pueden poner en riesgo la salud.
En el aspecto nutricional son equivalentes a los productos convencionales, pero según estudios realizados en los Estados Unidos, señalan que poseen un mayor porcentaje de antioxidantes.
En cuanto a propiedades organolépticas (sabor, textura, olor), los consumidores habituales los encuentran más agradables que los productos no orgánicos.
La carne orgánica es más magra, pues tiene menos grasa intramuscular y bajos niveles de colesterol.
Sin embargo, una de las desventajas de los alimentos orgánicos es que su vida útil es menor, pues se echan a perder más rápido.
La otra desventaja es que cerca del 90 por ciento de la producción de México se exporta además de que son entre 20 y 50 por ciento más caros que los convencionales.
FUENTE: Profeco