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Consumo| Cada vez son más las necesidades

CECILIA AGUILAR ACUÑA

CONSUMO INTELIGENTE

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- El comportamiento del consumidor es uno de los grandes desafíos de la educación y es un tema de reflexión del mundo contemporáneo. Ello se explica al recordar que, como seres vivos hay una serie de necesidades qué satisfacer; por lo anterior, se es consumidor de manera inevitable, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Ser mujer, hombre, joven, adulto, niño, o anciano, conlleva cumplir con unas labores u obligaciones predispuestas y que la publicidad se encarga de conservar. Las luchas generacionales acerca de lo necesario y lo deseable muestran otro modo de establecer las identidades que actualmente se configuran más en el consumo.

Dependen de lo que se consume o se es capaz de llegar a apropiarse; esto, aunado a las transforma-ciones y avances constantes en la tecnología, genera una ampliación de deseos y expectativas que vuelven inestables a aquellas identidades que se encuentran fijadas a repertorios exclusivos de la población.

Es evidente la presencia de la publicidad por medio de los recursos y estrategias que utiliza, que los mensajes se van introduciendo en la mente, y con ellos la falsedad de la realidad y los personajes por ellos creados, como los estereotipos de género que contienen roles sociales que acaban condicionando la conducta como consumidores.

Dichos mensajes exhiben estereotipos que desempeñan un papel concreto en la sociedad, y encubren mensajes autoritarios, necesarios para las intenciones de persuasión de la publicidad; se dirigen a lo convencional y a lo emocional.

ESTEREOTIPOS FEMENINOS

Hablar de estereotipos femeninos en la publicidad no es muy grato, debido a que frecuentemente se basa en modelos irreales, que en la mayoría de las veces encasillan a la mujer en un ámbito de “objeto de consumo”.

Conviene manejar el consumo más por la búsqueda de la satisfacción privada y de la calidad, que por la búsqueda del reconocimiento social, consumir cada vez más por los servicios objetivos que brindan las cosas ya sea por su atractivo, imaginación, perfección, y no sólo por el estatus que puede brindar el consumo de los bienes o servicios.

Evidentemente no se puede dejar de consumir, pero sí se puede y se debe trabajar en carácter de consumidores, poniendo el acento en el valor de cada uno como persona, a fin de lograr una relación equitativa y responsable con el extenso mercado de bienes y servicios.

Aunque indudablemente el consumo tiene aspectos muy positivos, se debe reconocer que también tiene aspectos negativos, como es el hecho real de que no toda la población tiene acceso a bienes y servicios básicos, por tanto, desvirtúa su identidad al generalizar y asumir en un mismo estilo de vida a todos por igual por medio del cual no logran la aceptación total.

Los consumidores actuales tienden a comportarse de una manera propia, es decir, el individuo trata de mantener su individualidad frente a la sociedad, por eso los productos que consumen son signos de identificación grupal como por ejemplo la ropa, la música, por nombrar algo. Es decir, que las personas se agrupan, en parte porque sus semejantes tienen las mismas pautas de consumo, frecuentan los mismos lugares y tienen pasatiempos parecidos. Esto viene a decir que no importa lo que cada cual es, sino lo que tiene.

La escalada del consumo es lo que ha hecho que se pueda hablar de consumismo. El consumismo es una forma de inducción al consumo no necesario de bienes, es decir, es una forma de pensar según la cual lo importante es comprar bienes o servicios sin que se tenga verdadera necesidad de ellos, es el consumo por el consumo.

La publicidad

La publicidad está íntimamente relacionada con el consumo. Transmite un mensaje con el que inculca la idea de adquirir un determinado producto o servicio. La publicidad está presente en todas las facetas de la vida, muchas veces resulta agobiante pero en otras resulta divertida.

La Ley General de Publicidad, define a la publicidad como “toda forma de comunicación realizada por una persona física o jurídica, pública o privada, en el ejercicio de una actividad comercial, artesanal o profesional, con el fin de promover de forma directa o indirecta la contratación de muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones”.

La publicidad no sólo se limita a los típicos anuncios de la televisión, radio o de la prensa escritas, sino que alcanza cualquier forma en que se haga llegar una oferta comercial. En este sentido, los impactos publicitarios que se reciben a diario son múltiples y casi inevitables: un cartel fijado en la parada de un autobús o en una tienda, un catálogo de productos, un mensaje recibido en el móvil o en la dirección de correo electrónico.

Es indudable que muchos anuncios tienen un contenido profundamente sexista, situación que se observa al salir a la calle, donde se encuentran anuncios en los que se presenta a la mujer como un mero objeto sexual. Sin embargo, en los últimos dos años se han producido algunas campañas para que los mensajes marcados con este tipo de contenidos sean sancionados y retirados del mercado.

Imágenes irreales

Muchas de las imágenes femeninas que forman parte del universo publicitario no responden fielmente a una realidad de esta sociedad que es mucho más compleja. Éstos y otros estereotipos no tienen en cuenta lo siguiente:

Que hay varias clases de mujeres: aquéllas que no trabajan ya sea porque no lo necesitan o no lo desean; las que lo desean y no pueden porque carecen de calificación o no hay mercado de trabajo, las que tienen a su alcance posibilidades de realizar una actividad que les sea placentera sin importarles la remuneración recibida.

La variedad del panorama que se le presenta a la mujer económicamente activa, desde las que se desempeñan en un puesto calificado, las que trabajan por horas, las que se dedican a una actividad de carácter intelectual, las que disfrutan con su trabajo y desde el punto de vista sexual, el abanico de posibilidades se abre y nada tiene que ver con esos clichés antagónicos que contraponen las característi-cas de la mujer fatal a la santa madre de familia.

FUENTE: Profeco

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