EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La alimentación del escolar es uno de los temas de consumo de mayor importancia. De acuerdo a investigaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), muchas madres de familia mandan a los niños a la escuela sin haber tomado alimentos y a cambio, les dan dinero para que compren golosinas que sólo mitigan su apetito pero no los nutren.
El no desayunar significa un periodo de ayuno de más de 12 horas, durante las cuales el organismo no tiene una fuente externa de alimentación ?combustible?. Esta inestabilidad por la que pasa el niño que no desayuna tiene implicaciones en el funcionamiento cerebral y en la capacidad de aprendizaje.
La mayor parte de las veces, el no proporcionar el alimento adecuado al niño se debe a la falta de orientación de las madres. Una alternativa sencilla sería dar al niño un taco de frijoles que proporciona proteína vegetal, calcio y vitamina B12.
No hay duda que la alimentación en la etapa infantil repercute en gran medida en su rendimiento escolar tanto en el estudio como el juego y el deporte. Si no come en forma adecuada, se presentarán problemas de desnutrición, sobrepeso, obesidad u otras enfermedades.
El desayuno es de gran importancia puesto que aporta la energía suficiente para realizar actividades intelectuales y físicas. El niño que no lo hace, tendrá un rendimiento escolar muy bajo. No podrá atender sus clases por falta de concentración debido a que presentará sueño y fatiga.
Las consecuencias de una mala alimentación es la desnutrición, el crecimiento y desarrollo inadecuado, aumento en el riesgo de enfermedad, menor rendimiento escolar y la obesidad que a su vez desencadena enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
OBESIDAD
La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública. En la actualidad con mayor frecuencia se encuentran niños con sobrepeso entre los escolares. Hace décadas ?el gordito del salón?, era una excepción. En un futuro no muy lejano, según la Profeco, el señalado será el flaquito.
Las causas de la gordura con demasiada frecuencia se encuentran en la casa: los malos hábitos que los padres inculcan a sus hijos, interminables horas que los niños pasan frente a la televisión, menor tiempo que las amas de casa dedican para preparar alimentos zonas y el consumo de mayor cantidad de alimentos industrializados excesivamente ricos en calorías.
Incluso, la escuela también contribuye a complicar el problema. Para probar lo anterior, basta con echar un vistazo a la cooperativa escolar donde sólo venden alimentos de los llamados ?chatarra? como los industrializados, los envasados o empacados. Las galletas, refrescos, pastelitos, frituras, papitas y dulces entran en esta categoría.
De poco sirve la información pertinente si el centro educativo no ofrece opciones para saciar el apetito de los niños, pues un ejemplo de lo que desayunan los niños en la escuela es el siguiente: vaso de refresco ?160 calorías?, un pastelito ?320 calorías?, unas papas fritas ?265 calorías? y unas donas ?240 calorías?.
La Profeco señala que el esfuerzo físico que se requiere para gastar ese exceso de energía es alto, por ejemplo, un refresco y unas donas dan un total de 400 calorías, para eliminarlos el niño tendría que realizar un poco más de dos horas de ejercicio.
Lo mismo sucede en una comida adquirida en la cafetería de una escuela: un refresco ?160 calorías?, una hamburguesa ?330 calorías?, unas papas fritas ?260 calorías? y un postre ?250 calorías?. En total, son mil calorías en una alimentación que nada tiene de nutritivo.
Es importante que el mismo centro educativo promueva la adquisición de productos como: una pera ?46 calorías?, una manzana ?50 calorías?, 100 gramos de zanahoria ?27 calorías?, un pepino ?15 calorías?, 100 gramos de papas cocidas ?70 calorías?, 100 gramos de papaya ?13 calorías? y 100 gramos de queso fresco ?100 calorías?.
También es fundamental que la escuela le dé importancia a la clase de educación física y garantizar que durante su permanencia en la institución, el niño haga ejercicio, pues no basta con informar lo que es una alimentación adecuada sino proporcionar el desarrollo de costumbres más saludables a través de lo que la cooperativa pone al alcance de los niños.
Importante
Consejos prácticos para una mejor alimentación:
·No usar los alimentos como castigo o como recompensa.
·Preparar a los niños que lleguen tranquilos y limpios a la mesa.
·Orientarlos con paciencia y ejemplo ante las variantes en su interés por alimentarse.
·Procurar que el niño no omita ninguna comida del día, particularmente el desayuno.
·Son también importantes los refrigerios especialmente para los niños de menor edad.
·Evitar el consumo excesivo de sal, azúcar y condimentos.
·Evitar el consumo excesivo de grasas.
·Estimular el consumo de frutas y verduras de temporada.
·Servir porciones pequeñas y fáciles de comer.
·Evitar al máximo las golosinas y los alimentos de escaso valor nutricional, en especial antes de cada comida.
·Emplear preparaciones sencillas de alimentos de gran colorido, ya que a los niños les gustan más o incluir alimentos nuevos, poco a poco.
FUENTE: Perocuraduría Federal del Consumidor