CONSUMO INTELIGENTE
NAVIDAD | HAY QUE PENSAR BIEN EL REGALO PARA LOS NIÑOS
EL SIGLO DE TORREÓN
No debe olvidarse que lo importante es el juego, no el artículo utilizado
TORREÓN, COAH.- El mejor juguete para los niños no es el que usa más pilas, ni el más caro, ni el que está de moda porque lo anuncian más en la televisión. La verdadera naturaleza del juego infantil está más allá de la publicidad e incluso de la llegada de la Navidad, de Santa Claus y de los mismos Reyes Magos.
Quién pudiera ser niño para entusiasmarse con la pronta llegada de Santa Claus y de los Reyes Magos y la gran carga de juguetes que éstos traen consigo para repartir entre todos los niños del mundo. Sí, felicidad para los niños y a veces qué angustia para los padres, porque la época navideña, además de felicidad, también acarrea gastos que no siempre se puede permitir el bolsillo de cualquier consumidor.
Así las cosas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dice que conviene detenerse un momento para reflexionar acerca de la importancia del juego y del juguete en la vida de los niños, y decidir, de paso, si se han de comprar todos los juguetes que desean los pequeños, sobre todo ésos que prometen horas y horas de entretenimiento y felicidad; o si, por lo contrario, es mejor tratar de convencerlos de que en realidad lo importante es el juego, no el juguete.
UNA COSA SERIA
Pocos lugares tienen tan poco atractivo como el patio de recreo de las escuelas primarias: una gran plancha de cemento rodeada de aulas. Sin embargo, al sonar la campana, el patio se ve desbordado por la algarabía de los niños que corren, gritan, ríen, se divierten, juegan.
Éste es uno de los mejores ejemplos de que, en el caso de los infantes, para jugar sólo hace falta tener ganas de hacerlo, y que incluso se puede hacerlo sin disponer de ningún tipo de juguete, porque la imaginación infantil está más allá de un simple muñeco, de una pelota o del Nintendo o el Play Station.
Por eso, puede decirse que el juego es el gran laboratorio donde el niño experimenta con toda su inventiva, con todas sus emociones, y aprende las reglas no escritas de la convivencia con otros pequeños. Así, el patio de recreo a esta hora es un mundo aparte al que sólo tienen libre entrada los niños.
LO QUE LO DEFINE
Del ejemplo anterior, bien pueden entenderse las características de lo que la pedagogía actual define como juego: a) Para el niño, el juego es una actividad muy seria, porque se entrega a él en cuerpo y alma, y a pesar de esa seriedad, es feliz mientras juega. b) El juego es libertad porque el niño juega a lo que quiere, como quiere y cuando quiere, es decir, es voluntario y espontáneo. c) El juego brinda al niño la posibilidad de transformarlo todo, pues se crea un mundo particular donde todo es posible de acuerdo con la voluntad del jugador. En cambio, en el mundo de los adultos se suele tener la pesimista sensación de que ya todo está dicho, de que no se puede inventar nada. d) El juego siempre es placentero y divertido. (De nuevo, uf, quién fuera niño para divertirse de ese modo jugando). e) El juego no tiene finalidad, no tiene metas concretas, se justifica en sí mismo sin importarle el resultado.
COMPETENCIA
Debido a que el juego no exige un resultado concreto, más que diversión y entretenimiento, en esto se diferencia del deporte, que si bien en un nivel básico puede ser un juego, en esencia exige resultados: ganar, ser el más hábil, el mejor, para lo cual es necesario competir, medirse con los demás.
De modo que en contra del idealismo deportivo del barón Pierre de Cubertain, fundador de los Juegos Olímpicos de los tiempos modernos, y quien decía que "Lo importante no es ganar, sino competir", la realidad es que a ese nivel los deportes son competencia pura, y que se compite para ganar, no para perder, es decir, se toma el deporte de una forma totalmente adulta.
Por lo anterior, nada más alejado de la esencia del juego que los llamados de video, a través de los cuales el niño, si bien se entretiene, tiene que desarrollar destrezas muy específicas para ganarle al programa, con la consiguiente frustración en caso de no conseguirlo.
Esto a la vez fortalece que se establezca esa especie de círculo vicioso de jugar y perder y volver a jugar para ganarle a la máquina, y cuando se le gana, en vez de terminar el juego, se llega a otro nivel de mayor dificultad, de modo que sea sumamente difícil ir subiendo de nivel en nivel hasta que la máquina sea ?doblegada? por el jugador, pues suele suceder lo contrario: es tal la complicación, que es mejor empezar a jugar un juego diferente en el que tal vez sí se gane. Es este círculo vicioso establecido por los juegos de video lo que alimenta la poderosísima industria del entretenimiento.
Violencia
Son muchos los juegos que se encuentran en casi todas las "maquinitas" que están a la salida de casi cualquier farmacia o miscelánea, donde el jugador enfrenta a peleadores que dominan todo tipo de artes marciales y hacen honor a la violencia.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), indica que en esas peleas hay abundancia de puñetazos y patadas, y de sangre, a través de las cuales, los niños más pequeños (que todavía no saben distinguir la realidad "real" y la realidad de este tipo de juegos), pueden aprender que la competencia es inevitable, y que para estar vivos incluso es necesario matar.
¿Exageración? Es posible, pero en todo caso, ¿quién puede afirmar con absoluta certeza que ese tipo de juegos no tiene efecto negativo alguno en la conducta de los niños? Podría decirse que la violencia en los juegos de video es casi "natural", porque se vive en una sociedad violenta.
Lo difícil, sin duda, es determinar los efectos de esta exposición a la violencia en la conducta de los pequeños. Al parecer, nadie tiene la última palabra, pero no debe menospreciarse el hecho de que la violencia genera violencia.
Si no fuera así, ¿por qué es preocupante que en los países desarrollados, donde el culto a la violencia genera "héroes", y donde cualquier ciudadano puede tener un arma, hayan surgido infantes que empuñan una pistola y sin ningún miramiento eliminan a sus contrincantes, no a manera de juego, sino en serio, y no de modo simbólico, sino real?
Con tales antecedentes, es necesario dirigir el juego de los niños de modo que sea positivo el aprendizaje que se obtenga de él: si a él se le enseña que la violencia es "natural", con toda seguridad será un adulto violento.
Realidad
El 65 por ciento de los juguetes que se comercializan en todo el mundo es de origen chino.
· El 60 por ciento de la venta anual de juguetes en la Ciudad de México se efectúa el Día de Reyes, durante la primera semana del año.
· El 15 por ciento de los juguetes vendidos en México es de producción nacional.
La venta legal de juguetes generó ingresos por nueve mil 500 millones de pesos, y la informal, nueve mil millones de pesos.
· El 30 por ciento de los juguetes se comercializa bajo la licencia de un personaje infantil, como Barbie, Barney y algunos superhéroes.
FUENTE: Profeco
