EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el mes de junio es considerado como el más pesado y a la vez, el más rápido del año, porque termina el ciclo escolar.
Subir el promedio, entregar todas las tareas, estudiar y prepararse para salir bien en los exámenes, son los retos que niñas y niños deben enfrentar para que los padres de familia estén satisfechos del esfuerzo de acompañarlos a lo largo del periodo de clases. De hecho, esta situación lleva un trabajo adicional en los últimos días.
Luego, aparece con toda intensidad el verano: calor, días largos, ropa ligera, comida fresca. Todo apunta a romper la rutina y aprovechar para salir de paseo, visitar una buena temporada a parientes lejanos ?siempre llenos de hospitalidad? o buscar nuevos horizontes donde se antojan perfectos para descansar.
Pero las vacaciones se hacen muy cortas y la cotidianeidad exige regresar a la realidad. Entonces trabajar y estudiar están más cerca de lo imaginable.
PREVENCIÓN.
Nada mejor que, antes de salir de la escuela, es tener y tomar en cuenta la lista de libros y útiles para el siguiente grado escolar. Una recomendación es revisar los cuadernos y utilizar las hojas que aún sirven y volverlos a habilitar con nuevos forros.
Coser y reparar los uniformes de bastillas y botones, es importante para que se aprovechen un poco más. Buscar el intercambio de libros en la escuela y comprar en varias quincenas libros y cuadernos, es una buena medida para que no se convierta en una carga de una sola compra.
Para viajar, lo ideal es conocer con la mayor precisión posible cuánto se va a gastar. Esto se consigue al reservar y preguntar en transportes y alojamientos las tarifas vigentes, así como las opciones para alimentarse sin gastar de más y saber, de acuerdo al lugar a visitar en cuestión, qué clima prevalece para evitar la compra de ropa e imprevistos.
Si no hay planes de vacacionar, en la casa también es posible pasar buenos ratos. La familia puede organizarse y hacer una revisión a conciencia de lo que se posee. Esta práctica permitirá deshacerse de triques y tiliches que de proponerse, pueden brindar unos cuantos pesos extras o cuando menos, un espacio libre en la vivienda para poner otras cosas.
También puede ser un buen tiempo para alimentar el espíritu y la imaginación a través de la lectura de un buen libro.
MEDIO AMBIENTE.
El consumo, las vacaciones y el medio ambiente se encuentran muy relacionados; a pesar que muchos de los problemas ambientales son difíciles de comprender para la mayoría de la gente y los daños al ecosistema son imperceptibles para los sentidos. Ha sido hasta épocas recientes cuando el hombre empezó a percibir que los recursos en el planeta están disponibles en forma limitada y, más recientemente, que todas las acciones generadas para su desarrollo económico o industrial tienen repercusiones en él.
México es un país que posee un enorme patrimonio tanto natural como cultural, el cual debe ser conservado para las generaciones futuras; por otra parte tiene una gran infraestructura turística, lo cual hace llamativo al turismo nacional e internacional. Lo anterior ocasiona un importante flujo turístico que además de aportar ingresos para la economía del país, genera un consumo excesivo de bienes y servicios.
En las presentes vacaciones se puede contribuir a cuidar el medio ambiente o al menos evitar que se siga deteriorando con tanta rapidez, ser un consumidor inteligente implica llevar a cabo acciones tan sencillas que no cuestan. Entre ellas está el preservar lo que la naturaleza brinda y mantener una actitud reflexiva, respecto al impacto que tienen los hábitos de consumo en el medio ambiente.
Recomendaciones.
Las vacaciones son para disfrutar, conocer y salir de la rutina, respetando y cuidando los lugares que se visitan. No se debe olvidar que cualquiera que sea el lugar que se visite, los turistas tienen la obligación de respetarlo y cuidarlo en base a las siguientes acciones:
No consumir productos con empaques desechables. Es mejor optar por los que tienen presentaciones retornables.
No adquirir empaques, vasos y platos de unicel.
Utilizar pilas recargables.
No arrojar desperdicios en la carretera. Es mejor llevar una bolsa para dicho fin.
Depositar los desechos orgánicos e inorgánicos en los contenedores.
Al utilizar algún producto para el cuidado de la piel como bronceadores o repelentes, es mejor elegir aquéllos que no dañen el ambiente.
La flora y la fauna de la región, no son productos, así que no se debe tratar de llevárselos consigo.
Tomar en cuenta las señales o indicaciones que tienen los lugares que se visitan.
En zonas arqueológicas, coloniales o museos, es importante respetar las tradiciones y costumbres de la localidad.
FUENTE: Profeco