“No critiquemos la juventud, más bien, preguntémonos que hemos sembrado en su interior para que estén dando estos frutos” Esto lo dijo Sócrates. Hay personas que hablan de la “nueva” juventud, de los “nuevos” valores, pero la juventud, siempre ha sido la misma y los valores, también son y serán siempre los mismos: universales, inmutables, permanentes. La inmensa mayoría de las personas no están contentas con lo que han logrado hasta ahora y tarde o temprano, se dan cuenta que no han aprovechado plenamente lo que la vida puso en su maleta de talentos y potencialidades. Muchísimas personas se conforman con lo que venga, con lo que el destino les depare y no planean su destino ni siguen el proverbio persa que dice “ corre a despertar tu suerte”. Los pesimistas dicen que nadie es capaz de predecir su destino y en ello se escudan para no escoger metas deseables y llevar a cabo las acciones apropiadas que los conduzcan a lograrlas.
Cuando los padres de familia siembran en sus hijos valores positivos, los resultados no pueden ser sino positivos también. Los jóvenes educados en el seno de familias que fomentan y practican los valores, son quienes a final de cuentas sacarán la casta para demostrar que la juventud cuenta entre sus filas con un gran numero de mexicanos con orgullo y con coraje que reconocen el valor de lo que el sacrificio implica y están dispuestos a ver la vida como una gran oportunidad que tiene como bases el esfuerzo, la dedicación, la esperanza y la fe.
Ha llegado a mis manos un trabajo de redacción de una jovencita lagunera, Patricia Rodríguez Chong, ella está por cumplir diecisiete años, cursa el segundo año de preparatoria. Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pues bien, esta joven refleja en su breve escrito una profunda convicción de lo que escribe. Lo reproduzco a continuación para que los lectores lo conozcan:
“Toda mi vida he crecido con unas bases rígidas y un tanto antiguas. Mis padres me inculcaron que la vida no es un largo paseo, sino una oportunidad que tenemos para demostrar quienes somos y por que estamos aquí”.
“Una de las grandes riquezas del ser humano es la imposición de metas. De esta manera podemos encontrar la respuesta a la insaciable necesidad de saber por qué estamos aquí. Metas, cinco letras forjadas a base de esfuerzo, dedicación, esperanza y fe”.
“La falta de decisiones nos ha conducido a una grave carencia de convicciones. Todo lo queremos resuelto fácil y rápido. Desgraciadamente, la vida no es así de sencilla. Yo defino convicción como una fuerza que está tan adherida al ser, que logra hacer nuestros anhelos realidad”.
“La falta de convicción es un problema principalmente social de gran importancia, enemigo que nos mostrará a corto, mediano o largo plazo, las consecuencias de nuestros actos. El futuro es un reflejo de nuestras acciones presentes, la indiferencia hacia el por parte de la juventud se ha convertido en una epidemia difícil de solucionar”.
“La escasez de vocaciones en nuestra sociedad, no se debe a la falta de seres humanos, sino a un miedo enemigo que, en ocasiones, inconscientemente, nos paraliza al ver avecinarse una de las características más extrañas y absurdas del ser: el cambio, aunque en el fondo sabemos que es inevitable”.
“Tratando de encontrar una explicación válida a este conflicto, he concluido mi búsqueda al acordarme de la palabra cambio. Tal vez estamos tan aferrados al presente, que queremos vivir ahora sin pensar en la palabra mañana. De acuerdo con la información obtenida en las encuestas realizadas para mi proyecto de redacción, he notado la gran incongruencia dentro de la ideología de los jóvenes actuales. Por ejemplo, existen jóvenes que tienen como meta el ser profesionistas, pero en el momento en que les preguntamos si estaban dispuestos a hacer una carrera, nos contestaron con una decepcionante negación”. Desde ese momento, las metas pasaron a segundo término siendo reemplazadas por las ganas. Comprendí que la famosa frase querer es poder, ha estado todo este tiempo en el error. En otras palabras, el querer no nos va a dar lo anhelado como por arte de magia. Las ganas encontrarán la llave que abrirá las puertas con oportunidades para alcanzar nuestros deseos”.
“La salida a este problema social de seriedad, está en las manos de cada uno de nosotros, es totalmente personal. La indiferencia puede ser combatida con ilusiones, imaginación e ideas”.
“He descubierto que el agua en la semilla, es una mezcla de ganas y convicción, que juntas logran darle sentido a nuestro existir. Para poder vivir una vida placentera, debemos regar la semilla. Día a día, tratamos de ver los frutos de esa invaluable semilla que es la vida, pero si no ponemos nada de nuestra parte, la espera será eterna”.
“El querer y el poder, no son el ser, el ser es una realidad que se alcanza únicamente con nuestras acciones y convicciones”.
México necesita muchas jóvenes como Patricia Rodríguez Chong.
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