El pasado 7 de octubre se realizó en nuestra región un evento que se llamó Expo Alternativas para la mujer. El evento estaba dirigido a todas las mujeres que buscan la forma de trabajar de forma independiente, con horarios flexibles, sin desatender el cuidado de los hijos. La asistencia fue muy nutrida y se dieron cita en el lugar muchísimas mujeres laguneras en busca de la oportunidad de tener ingresos extras emprendiendo un negocio. Se expusieron 15 alternativas distintas para independizarse, ¿Quienes lo lograran? No lo sabemos, a final de cuentas, solo depende de ellas.
Ante un mercado laboral todavía no muy favorable a la incorporación femenina, muchas mujeres se plantean la posibilidad de poner en marcha un negocio propio. Algunos de los motivos que les impulsan a la aventura emprendedora son, además del afán de aportar a la economía del hogar, escapar de las jerarquías superiores, lograr la autonomía profesional y disfrutar de una flexibilidad de horarios para compartir su tiempo con los hijos y para atender el cuidado del hogar, sobre todo si se toma en cuenta que cada vez son más las mujeres que se desempeñan simultáneamente en la esfera familiar y la del trabajo fuera de casa; en más de la mitad de los hogares mexicanos hay una mujer que percibe ingresos, independientemente de que ella cumpla también con un rol de mamá, esposa o hija. Si hasta ahora estas mujeres han sacado adelante a su familia con éxito, ese entusiasmo y esa fortaleza pueden ayudarlas a emprender su propia empresa.
Ellas buscan la forma de saltar a la aventura empresarial y buscan también la forma de compaginar trabajo y familia pero muchas veces esta dificultad para alternar ambos roles las hace desistir para iniciar cualquier acción emprendedora.
Es conveniente que las mujeres que tienen deseos emprendedores conozcan los rasgos característicos de quienes se les han adelantado en el campo empresarial con éxito: la edad promedio de la mujer empresaria es de 39 años, solamente un 40% de las mujeres empresarias han cursado estudios universitarios y más del 60% de ellas crean negocios de servicios. Estas mujeres se caracterizan por la disciplina, el orden, el trabajo tenaz, la constancia, realismo y fortaleza para sortear las dificultades y muy alta auto motivación.
Echar a andar tus inquietudes empresariales no sólo te ayudará económicamente, sino que también brindará mayor seguridad y tranquilidad a tu familia, haciendo crecer su patrimonio. Además, como empresaria puedes tener flexibilidad en el tiempo que dedicas al trabajo, para organizarte en tu vida familiar. No es fácil, algunos retos por superar son: acceso al financiamiento, siguen existiendo dificultades para tener acceso al financiamiento bancario, principalmente debido a las complicaciones para conseguir un aval o para demostrar que se tienen garantías. Doble jornada, debido a factores sociales y culturales, las mujeres que trabajan fuera del hogar tienen que enfrentar una doble jornada, por tener que atender además las responsabilidades familiares y domésticas sin ayuda. Además, la mayoría de las mujeres dudan sobre su potencial emprendedor. Es normal que quienes se han dedicado más a la atención de la familia, se pregunten si serán capaces de emprender un negocio con buenos resultados.
Iniciar una actividad emprendedora supone seguir unos pasos y disponer de unos conocimientos que muchas veces no se tienen. Evaluar la viabilidad del proyecto, conocer el mercado de la zona, realizar el plan de negocio y la mercadotecnia son facetas que muchas veces no se pueden emprender sin ayuda.
Es ahí donde los organismos gubernamentales ofrecen su apoyo en el asesoramiento para las mujeres que se quieren independizar teniendo su propio negocio, ofreciéndoles programas de formación dirigidos especialmente a ellas. Existen varios programas gubernamentales de apoyo tales como el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), Programa de Apoyo al Diseño Artesanal (Proada), Fideicomiso Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales (Fommur), etc.
En los entornos rurales, donde la tasa de actividad femenina es menor que en las ciudades, a pesar de los apoyos y servicios de consultoría disponibles, el inicio de proyectos empresariales por mujeres, se dificulta más. La falta de infraestructuras y de servicios son insuficientes para responder a las necesidades de formación e información de las empresarias en potencia.
Las ideas para crear tu propia empresa pueden venir tanto de tus intereses personales como de lo que ves a tu alrededor. La posibilidad de que el negocio funcione radica en que puedas combinar tus intereses con el hecho de que haya gente u otras empresas dispuestos a comprar los bienes o servicios que vas a ofrecer. El giro de tu negocio puede surgir de tus intereses personales, como: tus preferencias, gustos, aficiones y deseos. Tus habilidades personales. Conocimientos profesionales y técnicos. Información que has adquirido al leer o al asistir a exposiciones y conferencias. La idea también puede surgir de la situación económica y de mercado que te rodea, por lo que es recomendable poner atención en las empresas que existen en tu comunidad, para ver sus necesidades de abastecerse de algunos productos o de distribuirlos. Las características de la población, ya que la manera en que va cambiando la sociedad (por ejemplo, nuevos estilos de vida, nuevas tendencias) pueden crear necesidades para nuevos bienes y servicios. Los recursos naturales del lugar donde vives, para comercializarlos de formas creativas, que no hayas visto en la región. Las habilidades de la gente de tu comunidad o con la que convives.
Mujer, que nadie te desanime, no hagas caso de las personas negativas que dicen que no se puede, no es fácil, pero si se puede, ¡al toro por los cuernos, aviéntate al ruedo!
