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Contexto lagunero / Estudiante frecuente

Juan Manuel González

Así como algunas aerolíneas ofrecen puntos a sus pasajeros frecuentes, la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León creó su propio programa de puntos en un intento para que sus alumnos se esfuercen en acumular dichos puntos para ganarse un carro nuevo en una rifa gratis. ?La idea nació en un viaje a México al llegar al mostrador de la aerolínea y mostrar mi tarjeta de Viajero Frecuente para sumar puntos. Me inspiré en la tarjeta de Aeroméxico y la adecué a la Facultad, pero como universidad no la he visto en otra parte?. Eso dijo David Galván Ancira director dicha facultad.

La tarjeta entró en operación el primero de agosto y ya es considerada por su impulsor (¿Por quién más?) como un éxito: de los ocho mil alumnos con los que cuenta la facultad, hasta el día 24 del mismo mes ya se habían inscrito más de dos mil 500 alumnos. El directivo reconoce que no se trata de premiar al mejor estudiante, sino al que acumule 200 puntos y tenga suerte. Para participar en la rifa de un automóvil nuevo y otros premios como una computadora portátil, una computadora personal y un viaje a Cancún todo pagado, el requisito es acumular 200 puntos. Tener un promedio de 100 equivale a 100 puntos, estudiar en la biblioteca sesenta minutos al día equivale a dos puntos, la asistencia perfecta durante un semestre equivale a 50 puntos y asistir a una conferencia organizada por la facultad equivale a cinco puntos; éstas, junto a otras siete actividades académicas y extraescolares, son las opciones con las cuales los alumnos con Tarjeta Estudiante Distinguido pueden sumar los puntos necesarios para participar en la rifa, la cual pretende ser semestral.

Galván Ancira dice ?gente que hace un gran esfuerzo, que cumple con sus labores, al que más esfuerzo haga y el que más puntos tenga, va a tener el premio, la rifa es muy democrática?.

El costo de operación de la tarjeta de estímulo para los futuros abogados y criminólogos se estima en 80 mil pesos a los cuales se suma el monto aproximado de los 300 mil pesos en premios. Por concepto de cuotas, la facultad recibe 500 pesos semestrales por alumno.

Lo anterior me recuerda a un japonés que dirige una planta de su empresa instalada en México. Cuando antes de iniciar las operaciones en dicha planta el gerente de recursos humanos le sugirió establecer un programa de pago de bonos de puntualidad, el Sr. Okashita le respondió con una pregunta: ¿No es obligación de los trabajadores llegar a tiempo?

Es triste saber que el director de la Facultad de Derecho y Criminología de una universidad tan importante pretenda premiar a los estudiantes por hacer lo que por responsabilidad, convencimiento propio y obligación, deberían hacer para prepararse y ser buenos profesionistas. Todos sabemos que en México, la educación universitaria es privilegio de unos cuantos pues la gran mayoría de los jóvenes no tienen acceso a la educación superior. Quienes tienen la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, tienen la gran responsabilidad de aprovecharla y de involucrar todo su esfuerzo para prepararse a fondo para no defraudar a nuestro país, a sus padres y sobre todo a si mismos.

Uno de los problemas más graves de México es que no somos competitivos, no tenemos capacidad para competir. Si desde que son estudiantes, provocamos que los jóvenes reciban premios y ?puntos? por hacer lo mínimo indispensable que están moralmente obligados a hacer, les matamos su sentido de la responsabilidad y de la competitividad; con programas de puntos como los de esta facultad, les estamos diciendo a los muchachos que no importa el resultado del esfuerzo sino el esfuerzo en si (suponiendo que por los ?puntos? se llegaran a esforzar más de lo que normalmente se esfuerzan). La vida no se gana con ?puntos?, la vida nos es ?democracia?, la vida se gana con responsabilidad, con dedicación, con la cultura del esfuerzo. El director de esta facultad muestra con esta medida que no tiene la menor idea de lo que es la responsabilidad; cuando se es estudiante, cuando se está convencido del deber y cuando se tienen aspiraciones altas, los ?puntos? salen sobrando. Sería bueno saber con que calificaciones aprobó este director las asignaturas de su carrera, saber cuantos ?puntos? hubiera acumulado para participar en una rifa. El estudiante que tiene metas altas, que conoce y asume su responsabilidad, es su propio motor para dedicarse en cuerpo y alma a dar su mejor y más amplio esfuerzo por preparase como es debido. Si pagando 500 pesos cada seis meses los estudiantes de esta facultad no le ponen ganas a sus estudios, sería bueno preguntarnos cuanto gasta el estado por mantener a estudiantes mediocres que no valoran la oportunidad y la responsabilidad que implica el ser estudiante universitario, las universidades estatales la mayor parte de las veces tienen presupuestos que envidiaría cualquier ciudad y que si los ponemos en la balanza costo-beneficio probablemente pensaríamos que sería mejor invertirlos en otros rubros donde se aprovecharían mejor que como se aprovechan en este tipo de universidades.

La responsabilidad es el motor que nos debe mover para que voluntariamente cumplamos con nuestras obligaciones, para con nosotros mismos con la finalidad de alcanzar nuestros anhelos, y para con los demás asegurando con nuestro esfuerzo y nuestra contribución individual, un México más prospero y más competitivo.

La libertad está sustentada en la responsabilidad de cada uno de nosotros. Si un trabajador se ajusta voluntariamente a las exigencias de su trabajo obedeciendo los lineamientos que se consideran adecuados para la ejecución ordenada de sus actividades, es libre porque nadie está obligándolo a nada al estar convencido de actuar de esa manera. En la Universidad, lo mismo sucede con un joven que tiene la certeza de que su misión es educarse dentro de un respeto a la institución y a un compromiso con su país respondiendo a estas circunstancias con su mejor esfuerzo sin que nada ni nadie externo lo obligue a hacerlo y sin necesidad de ?puntos? que premien lo que es su obligación hacer por la condición de privilegio que le da su acceso a educación universitaria. El mal ejemplo cunde muy rápido, esperemos que no sea el caso de este programa de ?estudiante frecuente?. Con los 380 mil pesos de la rifa de los premios, se podría becar a 760 estudiantes que si tengan la certeza de su misión y de su responsabilidad y que estén dispuestos a esforzarse al máximo sin necesidad de ?puntos?.

Correo electrónico:

jgonzalez2001@hotmail.com

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