EL SIGLO DE TORREÓN
La vida nos depara a todos momentos de inspiración que si los identificamos y si tenemos visión de lo que realmente queremos, pueden cambiar nuestro destino haciéndolo más pleno y placentero inyectándole energía sin límites. Muchas veces, una gran parte de las veces, esos momentos de inspiración se presentan disfrazados de frases que escuchamos de algún familiar o de algún amigo o enemigo, o incluso de personas que no conocemos; esas frases pueden convertirse en el lema de nuestra vida diaria que resonará constantemente a lo largo de nuestras vidas convirtiéndose en el motor de todos nuestros actos.
Frases inspiradoras, palabras que se graban en nuestra mente para motivarnos y para ser persistentes en nuestros esfuerzos. Una recomendación que se le puede dar a las personas que quieren sobresalir y tener éxito para alcanzar sus metas, consiste en decirles que se fijen en alguien a quien admirar, que escojan un modelo y traten de tomar de ese modelo lo que más se adapte para conseguir las metas retadoras que se han propuesto. También hay personas que deben su éxito no a palabras de aliento sino, por el contrario, a palabras que gente negativa les dirigió con mala intención y que en lugar de hacer mella en sus intentos por lograr sus metas, los reforzaron y los motivaron para intentar con más ahínco y con más dedicación. En muchas ocasiones a los negativos les salen tan mal las cosas, que en lugar de causarnos daño con sus palabras, nos motivan a sacar la casta para demostrarles que están equivocados en sus comentarios.
Marlo Thomas, la actriz y autora de libros que se han convertido en los más vendidos, ha escrito “The right words at the right time”, en donde reúne a personas como Muhammad Ali, Steven Spielberg, Venus Williams, Rudolph Giuliani, Jack Nicholson, Mel Brooks, Laura Bush, Billy Crystal, Tom Wolf, Al Pacino y muchas otras luminarias, más de cien mujeres y hombres destacados, personas innovadoras, grandes pensadores, iconos culturales, deportistas y artistas, quienes comparten un momento en el cual algunas palabras que aún perduran en sus mentes, modificaron el curso de sus vidas. El libro contiene anécdotas sobre algún punto crucial en el que la vida de estas personas cambió por haber escuchado las palabras precisas que necesitaban para despegar hacia el éxito. Estas historias de retos, obstáculos y victorias, con toda seguridad nos pueden servir de guía en momentos difíciles.
Al Pacino y Gwyneth Paltrow, se sintieron iluminados por palabras que alguno de sus amigos les dijeron durante períodos de crisis personales. Muchas veces, aunque vayamos bien en nuestro camino hacia el logro de objetivos, algunas frases que escuchamos hacen que reorientemos los esfuerzos para obtener mejores resultados como le sucedió a Billy Crystal y a Chris Rock.
Ruth Bader, integrante de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, recibió un consejo de su suegra el día de su boda y aún lo sigue en la Suprema Corte: “En todo buen matrimonio y en general en la vida diaria, es bueno a veces ser un poco sordo”, se refería a que en ocasiones las personas te dicen cosas sin pensar o poco amables, y cuando lo hacen es mejor no prestarles demasiada atención; conviene dejarlas pasar y no responder con enojo o impaciencia. La ira, el resentimiento, la envidia y la conmiseración son emociones destructivas, requieren energía que sería mejor dedicar a tareas más productivas. Es importante escuchar con atención y detenimiento, pero en ocasiones, también es conveniente ser un poco sordo.
Las anécdotas de este libro representan luchas y aventuras en la vida de personas que nos dicen como encontraron la esperanza e inspiración por medio de las palabras que les dijeron sus familiares o amigos, que escucharon en alguna obra de teatro o película o incluso en un chiste. Muhammed Ali llegó a ser el mejor boxeador de todo el mundo y algo que lo motivó para lograr lo que quería fue el hecho de querer demostrarle a su maestra de primaria que estaba totalmente equivocada cuando le dijo: “Nunca llegarás a ser alguien”.
“No hagas nada que no estés dispuesta a hacer al máximo de tu capacidad”, esas fueron las palabras que Betty Ford escuchó de su madre. Si hay algo sobre lo cual tenemos el control y con lo cual estamos comprometidos, debemos realizarlo al máximo de nuestra capacidad, o mejor no hacerlo. Pero si ocurre algo inesperado sobre lo cual no tenemos el control, sin importar cual sea nuestra idea de Dios, debemos tener fe y confiar en que alguien superior a nosotros habrá de guiarnos.
Este libro también incluye una anécdota de Carlos Santana, cuando él se fue a vivir a los Estados Unidos, aunque con la educación que recibió en México, ya estaba listo para la Universidad, por no saber ingles le dijeron que tendría que repetir casi desde Kinder otra vez. Dibujaba y pintaba todo el tiempo sin concentrarse en lo que más le gustaba: la música. Un día su maestro de arte le dijo: “No eres bueno pintando, no es posible que una persona se limite a dar el 50 por ciento de lo que es capaz, deberías dar el 150 por ciento sin importar lo que estés haciendo o lo que estés intentando lograr y sin importar que seas pintor, músico o bombero”. Carlos Santana dice: “Ese maestro me hizo darme cuenta de que tenía mucho potencial en la música y eso me permitió dar un gran salto, me hizo confrontar la realidad y le estoy muy agradecido”.
Con toda seguridad también en México hay muchas personas que motivadas por frases que escucharon en un momento determinado de sus vidas, con ello lograron echar a andar el motor interno que les permitió conseguir sus metas. Marlo Thomas creó un gran libro, ojalá algún día alguien escriba un libro similar de ejemplos mexicanos de superación que nos compartan inspiración y podamos encontrar las palabras precisas en el momento oportuno.
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