Antes de adquirir este tipo de producto hay que verificar la caducidad y que esté bien refrigerado
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Dada la creciente presencia de los alimentos y golosinas lácteas en el mercado y su impacto en la alimentación infantil, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor los analizó para informar sobre su valor nutrimental y calidad en general.
Una tentación para los niños durante cualquier visita al supermercado son los quesitos dulces, flanes, cremas, natillas y otros productos que apelan a la naturaleza golosa de los pequeños. El aporte nutrimental de estos productos es diverso y en general proviene de las proteínas, grasas, carbohidratos y minerales contenidos en sus ingredientes, principalmente leche.
Los quesitos dulces -también denominados quesos petit suisse- son, de hecho, quesos frescos en los que se quita lentamente el suero a la leche para conseguir una consistencia fina y untuosa. Se elaboran básicamente con leche descremada, crema, azúcar y fruta, de acuerdo con el sabor que se pretenda dar, como fresa, plátano y otros. Algunas marcas enriquecen estos productos con calcio, hierro o zinc.
Los flanes contienen huevo, leche y azúcar. A diferencia de éstos, los postres estilo flan, las natillas y las cremas dulces incluyen leche pero no contienen huevo, y la mayoría agrega almidones u otros espesantes para proporcionar textura al producto.
El estudio
Para el presente estudio se incluyeron cuatro quesos dulces (de fresa), cuatro flanes, seis postres sabor vainilla como natillas, cremas dulces, postres estilo flan y una espuma de chocolate. De cada marca se analizaron tres lotes diferentes y, cuando no se encontró más de un lote, se analizaron muestras de tres puntos de venta distintos. En cada producto se evaluó principalmente lo siguiente:
Contenido neto. Se verificó que correspondiera a lo declarado en la etiqueta.
Información al consumidor. Se revisó que la etiqueta incluyera la información sobre contenido neto, denominación, marca, razón social, nombre y domicilio del fabricante o comercializador, lote y fecha de caducidad. Todos los productos debían incluir la leyenda ?conserve en refrigeración?. Para comprobar la veracidad de la información que ofrecen se verificó que los productos estuvieran elaborados a base de leche y cumplieran con lo ostentado en su etiqueta.
Valor nutrimental. Se verificó que el aporte nutrimental de los productos correspondiera a lo declarado en su etiqueta, sobre todo en lo referente al aporte calórico y contenido de proteína, grasa y otros nutrimentos.
Calidad sanitaria. Se verificó que los productos estuvieran elaborados conforme a buenas prácticas de higiene, que no contuvieran gérmenes patógenos y que, en general, su consumo no presentara un riesgo para la salud.
En resumen
Aunque ninguno de estos productos reemplaza a alguno de los tres alimentos básicos, su contenido de leche hace que algunos tengan un valor nutrimental mayor que otras golosinas.
Las cuatro marcas de quesitos dulces tienen contenidos similares de proteínas, grasa y carbohidratos. La marca Danonino tiene más calcio que los demás.
El contenido de carbohidratos es notoriamente mayor en los postres lácteos que en los quesitos dulces. La espuma de chocolate de la marca Alpura tuvo hasta 36 por ciento menos del contenido neto declarado.
Alguno de los postres adicionan edulcorantes sintéticos. Hay que revisar su contenido por si se debe o no consumir este producto.
Ante de adquirir cualquiera de estos productos, la Profeco recomienda revisar que esté bien refrigerado y dentro de la fecha de caducidad.
Decisión
Los niños suelen ser grandes consumidores de golosinas, que les entretienen el paladar. Sin embargo, ahora el mercado ofrece golosinas lácteas que si bien no sustituyen los alimentos básicos, sí contienen nutrientes.
La Profeco comparó la composición de varios de estos productos con los nutrientes que contiene un vaso de leche. La decisión debe tomarse en forma inteligente: sólo golosinas, o golosinas que contienen nutrientes.
Con respecto a los flanes, dos de los productos (Art flan horneado y Yoplait) cuestan el doble que sus similares, pero también incluyen casi el doble de proteína que éstos (eso sí, cuestan un poco menos que un litro de leche), más aún, la cantidad de proteína contenida en estos dos productos es ligeramente superior a la contenida en un vaso de leche.
