La anciana y su nieta abandonaron su hogar por las lluvias; esperan ayuda de las autoridades
En una pequeña casa consistente en un cuarto, un diminuto baño y un área para la cocina y el comedor, ubicada en la calle 16 de Septiembre de la colonia José Revueltas, la familia de Sabina Gamboa Sierra espera que la anciana acompañada de su nieta Karina Lizeth vuelva a su hogar.
Hace una semana ya que la adulta mayor tuvo que abandonar su morada debido a las intensas lluvias que traspasaron su techo e inundaron el interior. El agua estaba presente por todos lados; entonces, Sabina decidió irse al Albergue de la Ciudad, pues ya no podía seguir en ese lugar.
Y es que aunque la residencia de la duranguense es de material, el techo está seriamente dañado e incluso se observan algunas cuarteaduras. En el patio de la vivienda se encuentran algunos jacales que son ocupados por María de Jesús Barraza Gamboa (hija de Sabina), así como por sus descendientes. En un espacio reducido tienen varias camas, pero, sin duda, no es un lugar en donde pueda estar una persona enferma.
Cuando Sabina fue recogida por elementos de Protección Civil recibió la promesa de que recibiría ayuda para reparar su techo. Los días fueron pasando y el lunes de la presente semana por la mañana se sentía un tanto desesperada al verse imposibilitada de retornar a su domicilio.
Según cuenta María de Jesús, anteayer recibió en su casa personal al parecer del Municipio, quien le llevó unos paquetes de láminas y hule, materiales que, por supuesto, no sirven para remediar la problemática que atraviesa la habitación de Sabina.
Expresa que aunque quisieran utilizar el hule para ponerlo en el techo, eso sería una medida que en poco ayudaría; empero, lo aprovecharon para cubrir los pocos muebles que tienen en la recámara, que son básicamente las camas para la mujer de la tercera edad y de la niña.
Establece que ella les explicó la situación a los servidores públicos, quienes se comprometieron nuevamente a otorgarles algo de impermeabilizante o bien cemento para remendar la infraestructura; sin embargo, habrá que ir a la Presidencia Municipal para solicitar el apoyo.
En estos días, las precipitaciones pluviales han sido constantes y las filtraciones en el cuarto continúan, así que Sabina no puede regresar, ya que su estado de salud no es del todo favorable y con la inundación que sufrió recayó un poco. Por eso ya están buscando otras opciones, como llevarla a la casa de un hijo que de momento está desocupada, ya que su vástago trabaja en la Sierra en compañía de su parentela.
La situación financiera de la familia no es favorable. Sabina recibe una pensión que le heredó su esposo, capital que utiliza para su manutención y la de su nieta a la que adoptó, ya que quedó huérfana.
María de Jesús, al igual que su hijo, hace tapas para cajas de madera, labor que les brinda un tendero de la colonia. Ellos se dedican a clavar las tablitas y por cada montón de diez cubiertas les pagan 1.60 pesos. Sin embargo, con esos pocos recursos apenas sacan para comer. Además, el joven trabaja de noche en una panadería.
De esta forma, no están en condiciones de invertir en mejorar su entorno. María de Jesús comenta que desde hace mucho tiempo escuchan la historia por parte de los líderes sociales de que los van a ayudar, pero hasta el momento jamás han visto algo concreto, aunque esperan que muy pronto ya no tengan que sufrir cuando lleguen los chubascos.
RECUENTO
-Sabina Gamboa Sierra abandonó su casa al lado de su nieta Karina Lizeth el jueves de la semana pasada, ante los fuertes aguaceros que inundaron su vivienda.
-Se refugió en el Albergue de la Ciudad, en donde le dieron alimentos, medicinas e incluso le ayudaron a surtir su tanque de oxígeno.
-La anciana tiene 73 años de edad y padece diabetes así como asma.
-Es cuidada por su pequeña nieta de diez años, quien le suministra sus medicamentos y está al tanto de su bienestar físico.
-Cada mes, la duranguense recibe una pensión de mil 200 pesos, legado de su esposo, quien murió hace varios años y laboró en un aserradero.
-La mamá de Karina Lizeth murió en un accidente, quedando bajo el amparo de su abuela; por eso, mantienen una relación muy estrecha.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.