Poco a poco se sigue desmoronando la pared de la demarcación de policías ubicada en el ex Cuartel Juárez, y los elemento de seguridad no han sido reubicados, ni han hecho nada al respecto los altos mandos, mientras que el líder de los comerciantes está en la mejor disposición de apoyar a los agentes para evitar el riesgo, sin embargo no se lo han propuesto.
En relación a la situación que viven los policías del excuartel Juárez, donde la demarcación presenta desperfectos tanto en una en las paredes como en parte del techo, debido a las inclemencias del clima que se presentaron en la temporada pasada de lluvias y en la que acaba de empezar, tanto el director de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, Roberto Bravo Ontiveros y el subdirector de la Policía Preventiva, Rafael Rosales Sida, aseguraron que los elementos iban a ser reubicados para evitar que alguno de ellos sufriera una lesión.
Sin embargo, las precipitaciones se siguen suscitando y los policías siguen en el mismo lugar.
Bravo Ontiveros, indicó que existen varias opciones para poner en un lugar seguro a sus elementos; una es que se les cambie a la demarcación ubicada en la plaza Baca Ortiz; otra podría ser que se cambiaran a la calle Pino Suárez, a la altura de la Cruz Roja, y la tercera que el líder de los comerciantes del excuartel les proporcionara algún local para mantenerlos ahí, hasta que se le de mantenimiento al inmueble.
De las dos primeras, tanto los policías como los comerciantes lo ven inoperante, pues en la Baca Ortiz, existe personal de la zona cinco y produciría un sobrecupo, pues aunque se supone que los policías no deben estar dentro del inmueble, sino haciendo rondines, hay momentos en que si se juntan todos, por decir a la hora de comer o de regresar de un operativo.
En la opción de Pino Suárez, consideran que está muy lejos y no podrían realizar su trabajo óptimamente, pues para trasladarse desde tan lejos, los delincuentes alcanzarían a huir.
Sobre la tercera opción, el líder de los comerciantes, Pedro Collac, está dispuesto a dialogar con los directivos para proporcionar una local, donde sería provisionalmente la demarcación, pero señala que no se lo han pedido.
Mientras esta situación se define, los once agentes que vigilan el excuartel y el Hospital General, el mercado Gómez Palacio y calles aledañas, siguen en constante riesgo.
