Anuncian que toda la resistencia ha sido neutralizada y que todos los rehenes fueron liberados.
NALCHIK, Rusia (AP).- Las fuerzas de seguridad de Rusia emplearon el viernes un transporte blindado de personal para romper la pared de una tienda donde presuntos milicianos islámicos mantenían a dos rehenes, y controlaban las últimas demostraciones de resistencia después de más de un día de enfrentamientos que dejaron a por lo menos 108 personas muertas.
Los soldados lanzaron granadas a través de la ventana de un negocio de regalos del centro de Nalchik, y luego pudieron rescatar con vida a los rehenes. Tres milicianos murieron en el operativo, dijo el viceprocurador general Vladimir Kolesnikov.
Al mediodía, el titular del gobierno regional, Gennady Gubin, anunció que toda la resistencia rebelde había sido neutralizada en esta ciudad del sur del país, todos los rehenes habían sido liberados y eran buscados los rebeldes, de acuerdo con la agencia de noticias Interfax.
Posteriormente, la agencia dijo que 12 milicianos habían muerto en la oficina local de la administración nacional de prisiones, según Valery Krayev, un importante funcionario del gobierno. Otros medios de prensa informaron que fallecieron entre nueve y 10 milicianos.
Nueve rehenes fueron liberados de ese edificio el viernes más temprano. Tres agentes de la policía que permanecían como rehenes murieron, dijo la agencia noticiosa RIA-Novosti.
"Es malo que estos operativos de bandidos aún sean posibles aquí (en Rusia)", expresó el presidente Vladimir Putin. "Es una gran tragedia que tentamos pérdidas entre los agentes de seguridad y civiles pacíficos".
La estrategia de los rebeldes ha sido sembrar inestabilidad en el sur del país, aprovechando la pobreza de la turbulenta región montañosa del Cáucaso para tareas de reclutamiento, sobornado a funcionarios corruptos para conseguir armas y lanzando ataques contra la policía.
El presidente de Kabardino-Balkariya, Arsen Kanokov, manifestó a Interfax que cerca de 150 milicianos participaron en el ataque, la mayoría de ellos residentes locales.
"Los bajos ingresos de la población y el desempleo crean un terreno fértil para que extremistas religiosos y otras fuerzas destructivas realicen una guerra ideológica en contra nuestro", dijo Kanokov.
Al menos 108 personas, entre ellas 72 atacantes, murieron en los enfrentamientos, de acuerdo con un conteo realizado por las autoridades, informes de prensa y un periodista de la AP.
Del total de muertos, 24 eran agentes de seguridad y 12 civiles, señaló el ministro del Interior Rashif Nurgaliyev. Dijo además que 31 rebeldes fueron detenidos.
Los rebeldes chechenos se proclamaron responsables de los ataques casi simultáneos contra instalaciones de la policía y las fuerzas de seguridad que aterrorizaron a esta ciudad de 235 mil habitantes.
Kabardino-Balkariya se encuentra cerca de Chechenia, donde los rebeldes han estado combatiendo contra las fuerzas rusas durante la mayor parte de la última década.
