El primer ministro solicita la disolución del Parlamento y se lanza a la campaña electoral.
EFE
Toronto, Canadá.- Los canadienses fueron convocados ayer a las urnas el 23 de enero, en pleno invierno, para unas elecciones en las que el voto en la provincia francófona de Québec puede definir la estabilidad del próximo Gobierno.
El primer ministro canadiense, Paul Martin, se vio forzado a acudir ayer a la residencia de la gobernadora general, Michaelle Jean -que actúa como jefe de Estado en representación de la reina Isabel II de Inglaterra- para solicitar la disolución del Parlamento tras perder en la noche del lunes una moción de censura.
Inmediatamente después de la reunión de Martin con la gobernadora general, el país se colocó en plena campaña electoral con ataques de los principales líderes políticos contra sus rivales.
Martin, de 67 años y en el poder desde diciembre de 2003 cuando dimitió el anterior primer ministro, Jean Chrétien, inició los ataques verbales y fijó la estrategia con la que el Partido Liberal intentará volver a ganar las elecciones, como ha hecho desde 1993.
?Creo que la ambición ha arrollado el sentido común?, afirmó el ya primer ministro en funciones.
Martin atacó a Stephen Harper, líder del segundo grupo político del país, el Partido Conservador, al que criticó por su agenda de extrema derecha que apunta a acabar con los programas sociales del país.
El primer ministro en funciones también atacó al líder del socialdemócrata NDP, Jack Layton, por el apoyo prestado a los conservadores para derribar el Gobierno de Canadá.
Pero Martin reservó sus mayores críticas para Gilles Duceppe y el soberanista Bloque Quebequés (BQ), un anticipo de la atención que los liberales van a prestar a la provincia francófona.
Tras Ontario, Québec es la segunda mayor provincia del país en cuanto a número de habitantes y de escaños en juego.
Los 75 diputados de la provincia se han repartido tradicionalmente entre el Bloque Quebequés y el Partido Liberal y es prácticamente imposible gobernar el país sin conseguir buenos resultados en la provincia.
Preferencias
Una encuesta dada a conocer por el periódico La Presse, el Bloque Quebequés cuenta con una intención de voto del 53 por ciento, cuatro puntos más que en las elecciones de junio de 2004 cuando logró 54 escaños.
La misma encuesta indica que los liberales han perdido 11 puntos en los últimos 17 meses, a consecuencia del escándalo de patrocinios que finalmente derribó el Gobierno en la noche del lunes y ahora se sitúan con una intención de voto del 23 por ciento.
El llamado ?escándalo del patrocinio?, que le costó el Gobierno a Martin, gira en torno a un programa diseñado por Jean Chrétien para impulsar la imagen de Canadá en Québec, pero que sirvió para desviar dinero público hacia simpatizantes liberales y las arcas del partido en la provincia francófona.
Los resultados de la encuesta, realizada entre mil seis quebequeses entre el 17 y el 26 de noviembre con un margen de error del tres por ciento, revela que incluso conocidos diputados liberales, como el ministro de Asuntos Exteriores, Pierre Pettigrew, tendrán muchas dificultades de ser reelegidos.
Al anunciar que las elecciones se celebrarán el 23 de enero, Martin se esforzó en dejar claro que el Bloque Quebequés es un partido que apunta a la ruptura de Canadá.
?Gilles Duceppe tiene sólo un deber: dividirnos en un momento donde hay tantas cosas que podemos lograr juntos, cuando un Québec orgulloso y ambicioso está contribuyendo en hacer nuestro país más fuerte?, dijo Martin.
