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CISJORDANIA.- Los helicópteros artillados israelíes atacaron objetivos en Gaza ayer después de un mortal ataque palestino con un cohete, que desató serios enfrentamientos internos entre los extremistas y los policías palestinos que intentan detener las agresiones.
Las incursiones áreas de Israel, las más intensas desde que se declarara un cese del fuego hace cinco meses, no provocaron bajas, pero dos palestinos murieron en los combates más encarnizados en años entre las fuerzas palestinas de seguridad y las facciones armadas.
El conflicto interno, que aumentó los temores de los palestinos a que se produzca una guerra civil, estalló el jueves después que los radicales lanzaran cohetes contra Israel, matando a una mujer de 22 años.
La Autoridad Palestina declaró el estado de emergencia en Gaza, y el presidente Mahmoud Abbas, que se esfuerza para salvar una tregua con Israel, ordenó a las fuerzas de seguridad que detengan los cohetes, a la vez que las autoridades israelíes amenazaron con duras represalias por los ataques.
Ayer un misil de un helicóptero destruyó una organización de beneficencia pro-Hamas en Gaza, dijeron testigos. Otro misil alcanzó un depósito de armas en Khan Younis, dijo el Ejército de Israel.
Otros dos cayeron en una fundición de metal y un sitio de almacenamiento en una casa en Gaza, dijeron testigos. El Ejército dijo que estaba “determinado a continuar operando contra cualquier organización terrorista y contra aquellos que las ayudan”. Agregó que Gaza sería “cortada en tres partes”, para bloquear los caminos principales.
Militantes de Hamas combatieron a la Policía palestina que llevó a cabo redadas en sitios de lanzamiento de cohetes para impedir nuevos ataques. Los radicales utilizaron ametralladoras, arrojaron granadas e incendiaron cuatro vehículos de la Policía.
El combate continuó ayer por la mañana en el distrito Zeitoun de Gaza, un bastión de Hamas. Fuerzas palestinas de seguridad en vehículos blindados lucharon contra militantes que disparaban armas antitanques.
Fuentes hospitalarias dijeron que los dos muertos eran adolescentes que no estaban armados. Antes de que terminaran los disparos, más de una decena de personas había sufrido heridas, seis de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, y el resto civiles.