Los incidentes contra la comunidad musulmana se han incrementado, la policía incluye ataques verbales y físicos, así como daños a la propiedad, incluidas las mezquitas.
Londres, (Notimex).- Los crímenes motivados por odio religioso aumentaron en esta capital un 600 por ciento desde los atentados del pasado 7 de julio, en los que murieron más de 52 personas y 700 resultaron heridas.
De acuerdo a cifras publicadas este miércoles por Scotland Yard (policía británica), desde la primera ola de atentados cometidos por un grupo perteneciente a la red terrorista islámica Al Qaeda, se han registrado 269 ataques de esta categoría.
Esta cifra contrasta con los crímenes perpetrados en las mismas tres semanas y media de 2004, periodo en el que se registraron 40 incidentes.
Según las estadísticas, en los tres días siguientes a las cuatro explosiones del 7 de julio, ocurridas en tres estaciones del tren subterráneo de Londres y en un autobús de la red del transporte londinense, se produjeron 68 ataques por odio religioso.
El subcomisario de la policía, Tarique Ghaffur, señaló que "no hay duda alguna de que los incidentes contra la comunidad musulmana se han incrementado".
Entre los incidentes, la policía incluye ataques verbales y físicos, así como daños a la propiedad, incluidos templos religiosos como las mezquitas.
Muchos de ellos fueron abusos "de bajo nivel" o "asaltos menores", pero están causando un "gran impacto emocional" entre la población musulmana y las comunidades minoritarias que residen en el país, afirmó Ghaffur.
Advirtió que este tipo de conductas "podrían llevar a estas comunidades a un mayor rechazo y falta de compromiso en un momento en el que queremos su compromiso y apoyo", subrayó.
Estos datos aparecen un día después de que la subsecretaria británica del Interior, Hazle Blears, inició una ronda de conversaciones con diversos líderes y representantes de la población musulmana para mejorar las relaciones con esta comunidad.
Hablando desde Oldham, Lancashire, al noroeste de Inglaterra, donde tuvo lugar la primera de las ocho reuniones previstas, Blears afirmó que "la categorización racial no es la forma de encontrar sospechosos".
Blears respondió así a las afirmaciones del comisario jefe de la policía británica de Transporte, Ian Johnston, quien sugirió que los oficiales debían concentrarse en grupos raciales específicos.
Johnston declaró que la policía no puede "perder tiempo buscando mujeres viejas blancas", comentario que despertó una fuerte crítica por parte de los representantes musulmanes del país.
De acuerdo con la subsecretaria del Interior, la población musulmana no debe ser discriminada por la policía. "Los poderes policiales antiterroristas no criminalizan a ninguna comunidad particular, criminalizan a los terroristas", concluyó.
