Tradición|Por las calles la gente ve correr a “La Thalía” y “La Pau-Latina”
EL SIGLO DE TORREÓN
En esta ocasión la población de Trincheras no satiriza a ningún personaje de la política
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En la tradicional “Quema de Judas”, -aquél que vendió a Jesús por tres monedas-, como siempre estuvieron presentes los personajes de “La Thalía”, “La Pau-Latina”, “La Alejandra Guzmán” y “La Gloria Trevi”, caracterizados por hombres vestidos en forma estrafalaria y grotesca.
Pese a que hay muchos personajes de la política mexicana que pudieran ser motivo de parodia, la comunidad de la colonia Francisco Zarco, mejor conocida como Trincheras, en esta ocasión al diablo lo quemaron “puro”, es decir, no hubo a quién satirizar.
El año pasado manifestaron en forma sarcástica su repudio a los actos de corrupción en que se vieron implicados tanto René Bejarano como Carlos Ahumada.
La “Quema de Judas” en este lugar es una tradición que aún perdura. Es una costumbre que nunca tendrá fin, asegura Gabriel Francisco Ibarra Camacho, quien llegó a vestirse de Gloria Trevi y de bailarina árabe y ahora apoya a las nuevas generaciones.
Gabriel Francisco opina que este año no eligieron a un personaje de la vida política porque los muchachos que participan en este evento, son muy jóvenes y la falta de experiencia les impide ser más críticos sobre lo que acontece a nivel nacional.
“Ellos fueron los niños de ayer, que vieron a sus padres, tíos, hermanos o vecinos, vestirse de mujer”, manifiesta para luego explicar que en esta colonia hay dos grupos. Él pertenece al de “El Parquecito” y llevan a cabo esta representación desde 1986 y el otro es el de la iglesia de Cristo Rey, donde al decir de los vecinos de esta colonia, es el que tiene mayor antigüedad.
El caso es que el Sábado de Gloria para la gente de Trincheras, es un día de fiesta. La gente sabe que todos los años el que traicionó a Jesús será quemado en medio de un espectáculo en donde se conjuga, la burla y la alegría de saber que con la muerte del Hijo de Dios, se venció a la muerte.
Pelucas llamativas, largas, cortas y de colores diversos enmarcaban un maquillaje exagerado. El lápiz labial bajo un bigote o barba espesa, hacen más exagerada su imagen, al tiempo que no dejan de contonear su cuerpo ante la burla de quienes pasan a su lado.
Gabriel Francisco explica que familiares de los participantes colaboran con la vestimenta. Como cuando él participó, también los jóvenes de hoy solicitan a las primas, hermanas o hasta vecinas, alguna pieza para complementar el atuendo.
De esta manera, los gomezpalatinos esperan este día para ver correr por las calles a “las vestidas”, con sus piernas musculosas y velludas, apenas cubiertas por una falda corta con lentejuela, canutillo o cualquier otro adorno llamativo, pidiendo un apoyo económico para donarlo a una causa noble y hacer una fiesta que aunque duela reconocerlo, “en veces termina en trifulca”, dice Gabriel Francisco.
La guasa es la constante de la fiesta, pero el verdadero objetivo es celebrar la Resurrección de Cristo de una manera singular en la que se demuestra que se está en contra del pecado.
A las doce se abrió La Gloria con la quema del muñeco de papel revestido de pólvora y con la cara del diablo. Figura que es bajada de una camioneta, donde fue exhibida como procesión por toda la ciudad.
Gabriel Francisco explica que la caravana parte desde las siete de la mañana. Todos ataviados empiezan a recoger el dinero entre la comunidad de “Trincheras”, luego salen para llevar el mensaje de la Resurrección a todos los gomezpalatinos.
Costumbre
La “Quema de Judas” es una tradición que tiene alrededor de 20 años, “si no es que más”, en la colonia Francisco Zarco, mejor conocida como Trincheras, informó Gabriel Francisco Ibarra, organizador de esta fiesta singular.
El otro grupo es de Ernesto Salazar y lo componen alrededor de 45 hombres. La gente les da, lo juntan y lo guardan para apoyo de la Ermita que se encuentra en la iglesia de Cristo Rey.
Así estos varones que personifican a los artistas de moda, cumplen con el objetivo de celebrar la Resurrección de Jesucristo.