El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Las huellas de la fragorosa batalla disputada el viernes pasado aún se encuentran dibujadas en el rostro del campeón nacional super mosca, Cristian Mijares, quien defendió exitosamente su cetro nacional, ante Gerson ?El Nene? Guerrero.
El triunfo lo mantiene contento y al mismo tiempo tranquilo, después de haber derrotado al tercer clasificado mundial, un escalón muy complicado que sorteó en ocho episodios y que lo catapultará en un futuro inmediato a una pelea por el campeonato mundial.
?Hay que trabajar más fuerte, viene lo más difícil y no debo de confiarme. Pasé una prueba por demás complicada en la pelea contra Gerson Guerrero, un peleador noqueador y con un récord impresionante?, indicó el flamante monarca nacional.
Su oponente venía muy confiado y hablador, llegó al grado de menospreciar al gomezpalatino, pero todo se le vino abajo al avecindado en la capital del país al arrancar la pelea, ya que pagó con una derrota muy costosa el entorno que manejó como parte de su estrategia.
Cristian siempre se ha trazado muchas metas y sueños, como pelear ante su gente, con boxeadores importantes y campeonatos en disputa, pero no se duerme en sus laureles y busca satisfacer a sus fieles seguidores.
Sus inicios
Al pertenecer a una familia boxística, donde sus tíos fueron boxeadores reconocidos, siguió el mismo ejemplo para incursionar en el deporte de las narices chatas y las orejas de coliflor. Reconoce que solamente tuvo la oportunidad de observar a Ricardo ?Pajarito? Mijares, quien actualmente es su entrenador, porque Vicente fue de otra época, aunque reconocido a nivel internacional.
Recuerda que sus primos (Omar y Gerardo ?Halcón? Mijares) además de él, fueron metiéndose poco a poco por juego al gimnasio El Séptimo Round, propiedad de sus tíos y les gustó, pero para efectos de proyección y continuidad el flamante campeón nacional fue el único que quedó.
?El boxeo me encanta y me apasiona, hasta la fecha no he aflojado, le meto más ganas, me lo tomo muy en serio porque es mi carrera, trabajo y pasión, lo es todo. Si volviera a nacer, me gustaría volver a ser boxeador?.
A los 12 años incursionó en un torneo amateur denominado Guantes de Oro, con sede en la Arena Olímpico Laguna, donde ganó la competencia a su corta edad y salió a contender fuera de la ciudad, representando al Distrito Deportivo Laguna.
?La familia Mijares es netamente pugilista, viene apretando Ricardo (primo de Cristian e hijo de su entrenador) muy fuerte en el terreno amateur, quien por el momento es mi sparring, situación que ha aprovechado a la perfección para adquirir experiencia?.
Considera al boxeo como uno de los deportes más difíciles, con una disciplina impecable y muy celoso, con una dedicación del 100 por ciento del tiempo, donde la familia forma parte de un aspecto importante, por el apoyo que se recibe.
?Gracias a mis papás, al equipo Rochmar Team y a mis amigos he logrado el campeonato nacional que muchos quisieran obtener y defender?, comentó de manera sonriente el púgil, que tiene dos derrotas en 30 peleas disputadas en el terreno profesional.
Ha sacrificado su juventud e incluso más, porque empezó muy chico en los andares del pugilato. Tiene que dejar a un lado noches en el antro, novia y muchas distracciones más, aunque tiene presente que primero es su carrera y después vendrá la recompensa.
?El box me apasiona, tal vez por eso soy tan disciplinado, no logro desvelarme en fiestas y es ahí cuando mi familia juega un papel relevante en mi carrera. Afortunadamente no tengo ningún vicio, realizo deporte desde que me levanto hasta que anochece?.
Actualmente con su representante Guillermo Rocha ha encontrado una fuente más de ingreso, como entrenador en los Gimnasios Rochmar, tanto de Plaza Imagen en Gómez Palacio, como del Constitución de Torreón. Se sincera: ?he recibido mucho apoyo en mi trabajo, me ha servido demasiado estar como instructor, enseñarle mis conocimientos a los niños y a la gente. Se ha consolidado un equipo fuerte, que está completamente respaldado?.
Señala que antes no era del agrado de la gente por su estilo de pelear, pero poco a poco ha cambiado el paradigma en las butacas de verdaderos aficionados al box en la región. Se han dado cuenta que no todo es ser un peleador noqueador o fajador.
La enseñanza
Sus tíos le han inculcado ser inteligente y con mucha clase, maneja esa escuela porque peleaban igual. A pesar de no noquearlos, al finalizar los diez o 12 rounds sus rivales terminan con el rostro desfigurado.
Una de las situaciones que ha aprovechado al máximo en sus últimas presentaciones es la guardia zurda, la cual se le complica a todos sus oponentes, tal como aconteció el pasado viernes, en el inmueble de la Calzada Colón.
?Además de la guardia, soy un peleador inteligente que no permito me conecten muchos golpes, con rivales muy complicados que poseen records impresionantes como Gerson, que es reconocido por los medios de comunicación de México y Estados Unidos?.
Argumenta que Guerrero iba enfilado para obtener un campeonato del mundo y simplemente no lo dejó hacer su trabajo, lo hizo ver mal, ya que Mijares parecía el hombre de la experiencia y con posibilidades de disputar un título internacional.
Parte del éxito en su preparación es que en los últimos seis meses sostuvo dos peleas a diez rounds en la división de los pesos gallo, ante peleadores difíciles como son Moisés ?Exterminador? Zamudio y Hugo ?Carbonero? Vargas, a quienes derrotó por la vía de la decisión unánime.
En la última pelea Gerson no quería nada, hizo retroceder a un fajador que siempre va hacia delante, que se mostró desesperado por encontrar las cuerdas, ya que estaba cortado y su rostro denotaba angustia.
Parte del proceso de su carrera es buscar la internacionalización, que con la victoria sobre uno de los favoritos capitalinos va a tener muchas oportunidades en escenarios grandes y en carteleras importantes.
?Me siento muy fuerte, y en mi momento he tenido enfrentamientos muy duros, con rivales nada fáciles, pero hasta ahora me lo reconocen?, señaló el boxeador lagunero.
En los próximos días debe estar clasificado en la división de los supermosca, dentro de los primeros cinco del mundo, y aspira, como todo púgil, a una oportunidad por el cinturón universal, ya que tiene hambre de triunfo y porque su meta y objetivo es ser campeón del mundo.