Por Fernando Santoyo Tello
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- En la actualidad las cintas de acción cada vez están más ligadas a la comedia y al humor ya sea voluntario o involuntario, muchas veces este humor es llevado sin querer a la pantalla, y es que las tramas son algunas veces risibles y están llenas de incoherencias.
La Leyenda del Tesoro Perdido es una aventura destinada al entretenimiento del público sin mayor esfuerzo, los misterios que encierra la trama son develados inmediatamente por los protagonistas y se resuelven de la forma más sencilla y accesible posible para los espectadores, generando así una incapacidad a estos para pensar aunque sea un poquito.
Y es que aquellos espectadores que piensen un poco y consideren la posibilidad de encontrarle una lógica a esta historia, se encontrara con una trama llena de tonterías y de clichés del estilo de películas de Indiana Jones, por el contrario aquellos espectadores que no se tomen tan enserio la trama y se dejen llevar por ella encontraran una cinta entretenida y llena de aventuras.
La trama sigue los esfuerzos de un historiador llamado Benjamin Franklin Gates (Nicolas Cage) por encontrar un supuesto tesoro de los Caballeros Templarios que varios siglos atrás se ocultó en los Estados Unidos.
Para encontrarlo, Gates continúa la investigación de su abuelo, siguiendo pistas que los Padres de la Nación dejaron en múltiples locaciones históricas... empezando por el dorso de la Declaración de Independencia. Así, tratando de adelantarse a un villano que también pretende robar el tesoro (Sean Bean), Gates y sus ayudantes tratarán de descifrar pistas cada vez más obtusas para encontrar el mítico tesoro.
Con la llegada de múltiples películas de acción con temas exagerados y risibles tales como La Nueva Gran Estafa y Celular, La Leyenda del Tesoro Perdido se coloca entre ellas, ya que las situaciones que aquí se presentan son totalmente ilógicas, pareciera que los guionistas se preocupan cada vez más por encontrar salidas estúpidas e incoherentes a los personajes de sus historias, algo que cada vez se vuelve más una moda en Hollywood, que dotar a sus cintas de historias interesantes o nunca contadas.
Aunque la producción del amo del cine de palomitas en la actualidad; Jerry Bruckeimer es muy buena como en casi todas las cintas de su productora: Top Gun, Armageddon, La Maldición del Perla Negra, etc.
Esto no es suficiente para cargar una película así, además de que el personaje de Nicolas Cage ya lo hemos visto antes en otros de sus filmes como en La Roca o en 60 Segundos principalmente, el demás elenco de soporte no aporta nada a la trama ilógica y sin sentido que ésta tiene.
No conviene analizar mucho la lógica detrás de la película, y desde luego sus bases históricas son risibles. Pero, al menos durante su primera mitad, el guión y algunas situaciones mantienen un buen grado de energía que hace la cinta graciosa y entretenida. Desafortunadamente las pistas que los personajes encuentran para la obtención del tesoro se vuelven cada vez más absurdas, y las deducciones de los personajes llegan a niveles de ridículo sólo vistos en antiguos episodios de Scooby Doo.
Esto se ha convertido en una moda de las últimas producciones de acción en Hollywood, desgraciadamente este entretenimiento de palomitas y sin contenido alguno es lo que vende, y mientras estas cintas tengan éxito de taquilla nos inundaran las pantallas con productos de esta índole.
En conclusión éste es un filme entretenido y gracioso siempre y cuando no se le tome muy en serio, pero desgraciadamente no aporta nada al género de aventuras y su concepción es un tanto mediocre, la dirección y la fotografía pasan a un segundo plano ante una historia de esta naturaleza, en la que lo más importante es el lucimiento de su artista principal y de la estética que presente.
Titulo original: National Treasure.
Elenco: Nicolas Cage, Diane Kruger, Sean Bean, John Voight, Justin Bartha.
Director: Jon Turteltaub.
Calificación: **1/2.
En dos palabras: Entretenida e ilógica.
Mínimo * Máximo*****
