El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró su habitual retórica antiestadounidense, fustigó lo que llamó "la voracidad capitalista"
BRASILIA, (Reuters).-Líderes sudamericanos y árabes pidieron el martes reformas en la ONU, criticaron a los países ricos y a Israel, y dieron su apoyo a los derechos palestinos, en una cumbre convocada originalmente para impulsar sus relaciones económicas.
En la reunión fue evocado el movimiento tercermundista nacido en la última mitad del siglo XX, y su anfitrión y presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un reclamo respecto a las actuales estructuras de los organismos internacionales y de equilibrio y justicia para el comercio mundial.
"Defendemos la democratización de los organismos internacionales para que la voz de los países en desarrollo sea escuchada", dijo Lula ante una veintena de representantes de países de la Liga Arabe y 12 de América del Sur, custodiados por nueve mil policías y soldados, tanques y helicópteros.
El mandatario, que con su política externa de creciente protagonismo aspira lograr apoyo para un asiento permanente para Brasil en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, indicó que "buscamos un comercio justo y equilibrado, libre de subsidios impuestos por los países ricos y que asegure a los países pobres los beneficios de la globalización".
La mayor economía de América Latina, que tendió alianzas con Sudáfrica y China y conformó con la India, Alemania y Japón un grupo para impulsar la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, propuso la cumbre con los países árabes con el objetivo de promover el comercio y las inversiones entre dos regiones distantes del mundo en desarrollo.
En la reunión, la unión aduanera Mercosur, liderada por Brasil y que también integran Argentina, Uruguay y Paraguay, suscribió un acuerdo arco para iniciar negociaciones para un acuerdo comercial con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
Sin embargo, el foro, junto al llamado de Lula de crear "una nueva geografía económica y comercial", se convirtió también en una tribuna para el lanzamiento de críticas indirectas a Estados Unidos y duras quejas contra Israel.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró su habitual retórica antiestadounidense, fustigó lo que llamó "la voracidad capitalista" y evocó antiguos líderes del Tercer Mundo, como el yugoslavo Tito, el vietnamita Ho Chi Minh y el egipcio Gamal Abdel Nasser, del que se declaró ferviente admirador.
"Algunos nos llaman países en vías en desarrollo, otros subdesarrollados. Yo elijo decir países arrollados, explotados, dominados", opinó Chávez, quien acusó a Estados Unidos de pretender adueñarse del mundo por la fuerza.
La reunión concluirá el miércoles con la Declaración de Brasilia, en la que según adelantó el canciller de Brasil, Celso Amorim, habrá "una condena total a todas las formas de terrorismo", pero también se reconocerá "el derecho a resistir la ocupación extranjera de acuerdo al derecho humanitario".
No obstante, el canciller chileno, Ignacio Walker, dijo a Reuters que "va a haber una declaración equilibrada. Somos países del sur del mundo (árabes y sudamericanos), somos pases en desarrollo. Niego tajantemente que exista un clima antinorteamericano en esta conferencia", afirmó.
Por su parte el vicecanciller argentino, Jorge Taniana, dijo: "Que esta reunión tenga un sesgo antiestadounidense es más un mito que realidad. Aquí están algunos de los principales aliados de Estados Unidos en el mundo".
La declaración también incluirá un párrafo instando a Argentina y Gran Bretaña a encontrar una salida a la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas, que ocupan los británicos desde 1833 y llevó a ambos a una breve guerra en 1982.
En la apertura de la cumbre, en un moderno centro de convenciones rodeado por alambres de púa, el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, lanzó en nombre de la Liga Arabe duras críticas a Israel y defendió el derecho de los palestinos a un Estado soberano con capital en Jerusalén.
"Tenemos que encontrar una solución definitiva para (...) hacer que Israel se someta a las leyes internacionales", dijo Bouteflika, aplaudido por los asistentes.
El líder argelino llamó también a reforzar la cooperación Sur-Sur y dijo que los problemas árabes son de toda la comunidad internacional, ya que el mundo, explicó, no puede permanecer indiferente a los conflictos del Oriente Medio.
Fuera del centro de convenciones de Brasilia, un pequeño grupo de activistas por los derechos femeninos protestaron por la situación de la mujer en el mundo árabe. Algunas de las manifestantes vistieron burkas y velos, prendas que calificaron como un símbolo de opresión.