La Feria de la Piñata en Acolman
Diciembre es el mes en que hay más festividades en México, la mayoría de origen religioso, como son las posadas, la Navidad, la fiesta de la Virgen de Guadalupe -patrona del país- y la despedida del año Viejo y el recibimiento del Nuevo.
Estas festividades van más allá de lo estrictamente religioso y son motivo de diversión, alegría y ocasión de convivir y divertirse de mil maneras.
Una de las fiestas más tradicionales, bellas y originales es la que se celebra en el pueblo de Acolman, a pocos kilómetros de la ciudad de México, del 11 al 20 de diciembre, y se trata de la Feria de la Piñata que se hace bajo el lema: ?No rompas las tradiciones, mejor rompe una piñata?.
Acolman está por la carretera que pasa por la Basílica de Guadalupe rumbo a las Pirámides de Teotihuacán. Antes de llegar a éstas, el pueblo tranquilo y feliz recibe al visitante con su vida campirana, su sabrosa comida y sus atractivos naturales.
Respecto a la Feria de la Piñata, cuenta la historia que el navegante veneciano Marco Polo llevó la piñata de China a Italia, de donde pasó a España antes de llegar a México. Los monjes fueron los primeros en divertirse al romper piñatas en los patios de sus conventos y la alegría de hacerlo se contagió a los indígenas, especialmente a los niños, para quienes hasta la fecha es una gran diversión..
En la Feria de la Piñata que se celebra en Acolman, todos los días se exhiben y venden toda clase de piñatas, y muchas se rompen en varios lugares públicos para diversión de lugareños y turistas. También hay un concurso para ver qué artesanos hacen las piñatas más bellas y novedosas, y a quienes se otorga premios en efectivo. Se hace también un concurso para elegir a la Reina de la Piñata, que suele vestir un vestido de gala en forma de piñata.
Hay varias clases de piñatas, aunque las más conocidas son las de tres, cinco o más picos, las de forma de animales como burritos y jirafas, las que copian a personajes del gusto infantil que salen en cine y televisión, o personajes de ciencia ficción.
Antiguamente había piñatas ?de broma?, que se rellenaban de harina, ceniza o agua, y que salpicaban y sorprendían a todos cuando eran rotas.
Hay piñatas ?de estómago?, hechas con una gran olla de barro que lleva fruta, dulces y monedas. La alegría es grande cuando se rompen estas piñatas, y chicos y grandes se precipitan a recoger todo lo que pueden.
Hay quienes hacen piñatas de cartón tan grueso que es difícil romperlas, y después que los niños se cansan de pegarle, los grandes les pegan para lograr que el grueso cartón se rompa.
El rompimiento de las piñatas siempre es divertido, pues se venda de los ojos a quien va a pegarle, y antes se le da varias vueltas sobre sí mismo para desorientarlo. Las piñatas se suben o se bajan para que la persona dé golpes a ciegas y todo el mundo se ríe de estas escenas.
En la Feria de la Piñata se ofrecen también pláticas sobre la historia de la piñata y la alegría de la feria se anima con jaripeos, bailes populares, corridas de toros, presentación de grupos musicales. Alrededor del kiosko o Plaza Central se instalan puestos de comida y bebida, y se organizan juegos de lotería de cartones, ruleta y pelas de gallos.