Tequila: bebida muy mexicana
La más mexicana y genuina de todas las bebidas espirituosas, el tequila, tiene una reputación semejante a la del champaña, por lo que así como esta bebida sólo puede llevar ese nombre si es producida en la región de Champagne, Francia, al tequila sólo se le llama así si es elaborado en Tequila, Jalisco, México.
Ningún tequila que se produzca en cualquier otra región de México o ciudad del extranjero puede llevar ese nombre.
El tequila se ha convertido en una bebida internacional y las exportaciones de dicho licor a Estados Unidos, Europa, Asia y otros continentes aumenta cada día. Japón y África, inclusive, son grandes consumidores de tequila.
Tequila es una pequeña ciudad que está a menos de una hora por carretera de Guadalajara, Jalisco, a la sombra de un volcán extinto de dos mil 950 metros de altura, y rodeado de miles de hectáreas de magueyes que son de donde se obtiene el licor.
Hay cientos de especies distintas de dicho cactus, pero con arreglo a la Ley mexicana, sólo el 51 por ciento de cualquier tequila debe proceder del maguey azul o zapalote, que sólo crece en esa región.
La planta se deja crecer entre ocho y diez años, se le cortan las ramas o pencas, y las piñas que quedan, de aproximadamente 50 kilos de peso, se cuecen, maceran y exprimen. Se añade azúcar a dicha pulpa y se deja fermentar durante cuatro días antes de su destilación.
El mezcal y el pulque, bebidas también originales de México, se obtienen del maguey. Y mientras que el tequila es un licor blanco y claro, el mezcal es ligeramente turbio y el pulque es blanco, como leche espesa.
El tequila mexicano se codea con los licores más exquisitos, y sólo los Estados Unidos compran cada año más de ocho millones de cajas.
El tequila se hizo popular en el siglo XVII, pero su reputación internacional se disparó gracias a los soldados norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, pues lo compraban en Tijuana y en otras ciudades fronterizas mexicanas. También aumentó su popularidad gracias a las películas mexicanas, donde actores como Jorge Negrete y Pedro Infante tomaban tequila como si fuera agua.
Aunque hay varias formas de tomar el tequila, la que se considera clásica es la que comienza por ponerse una pizca de sal entre los dedos pulgar e índice, chupar un pedazo de limón, absorber con la lengua la sal de la mano y tomar enseguida un buen trago de tequila. El pequeño vaso en que se sirve el tequila, de grueso fondo de vidrio, se llama ?caballito?.
Esta forma de tomar el tequila logra el equilibrio perfecto del sabor fuerte del tequila, que muchos dicen que es fuego puro, disminuido con el limón y la sal. Se dice que el aperitivo perfecto para antes de comer es tomar un tequila y una cerveza fría.
Hay otras formas de tomar el tequila, y muchos lo hacen acompañado de ?sangrita?, que se prepara en un vaso con jugo de limón, unas gotas de salsa inglesa Perrins, otras de salsa Tabasco y un chorro de Clamato, que es jugo de tomate con agua de almejas. El borde del vaso se frota con limón y se cubre ligeramente de sal. Después de tomar el tequila, se sigue con uno o dos tragos de ?sangrita?, y hacen una excelente combinación.
Hay quienes gustan tomar solo el tequila, a la brava. El tequila blanco siempre es más fuerte y rasposo, mientras que los reposados o añejos son más suaves.
Y por último, hay quienes mezclan tequila con jugo de limón y refresco de toronja, y hay quienes en lugar de tomarlo con limón lo toman con rodajas de naranja.
En cualquier forma, el tequila se ha convertido en una bebida internacional, preferida especialmente por la juventud. Otra combinación que preparan los buenos cantineros es el famoso Cóctel Margarita o el Tequila Sour a base, naturalmente, de tequila mexicano.
