Ésta es una historia sin moraleja que ocurrió hace unos años y comienza con un servidor despertándose en la madrugada con ganas de ir al baño (ya sé, no es un inicio afortunado). Después de un serio debate entre mi aprehensiva vejiga y la reticencia a salir de las cobijas con aquel frío del demonio, me levanté a cumplir con la madre naturaleza lo cual me alivió pero de paso se me quitaron las ganas de dormir.
Prendí la televisión esperando que alguna película chafa pudiera licuar mis neuronas para cuajarme como Dios manda pero sucedió todo lo contrario, ya que estaban transmitiendo la película Baise Moi (sin censura, santa cachucha) de la directora Virginie Despentes (le pusieron Viólame en la cartelera mexicana), filme suspendido entre el cine de arte y la pornografía, cuya única virtud fue el escándalo que causó su estreno hace cinco años, además de un par de escenas bien logradas. La cinta consigna las desparpajadas aventuras dos sexoservidoras venidas a serial killers que sin mayor motivo seducen y/o matan a todo hombre que se les aparece. Me sorprendió la belleza de la protagonista, Karen Lancaume, y en aquel momento me pareció que sería interesante saber su historia, averiguar cómo llegó a andar en esos trotes.
Hoy me entero que nació en Lyon hace 31 años en el seno de una familia acomodada y que llegó al porno para pagar las deudas de su ex esposo. En tres años se volvió una superestrella del cine tres equis. Se retiró del género asqueada por un mundo donde, según dijo ?una vez que has rodado tu escena, ya no vales nada?. Hace un mes se suicidó en un piso de París. Quedan pendientes moralejas sobre el negocio de la pornografía y su efecto a nivel psicológico y social, la censura y los códigos morales de los medios y un largo etcétera de temas potencialmente polémicos. Me quedo con la misteriosa red que une las circunstancias. Una porno star se suicida, un tipo con explosivos atados al tórax se vuela en pedazos en Irak y alguien tiene ganas de hacer pipí y no quiere salirse de las cobijas. Momentos lejanos y simultáneos? me pregunto si existirá un ser que lo mira todo o si estamos girando sin remedio en un vertedero infinito. Al menos creo que el arte se puede colar entre estas historias agrietadas.
PARPADEO FINAL
?Sí: todos los días hablamos de los problemas. Y al final terminamos listos para dormir tranquilos, con la conciencia bien tranquila, porque nadie se puede equivocar sirviendo a la comunidad?, eso dijo Fox de su relación con Martita. Ah qué linda forma de tranquilizarme. Gracias Vicente por darnos la oportunidad de ir al despeñadero de la mano de la dulcísima señora Sahagún.
Comentarios: cronicadelojo@hotmail.com
