EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Son las seis de la mañana, Juan Manuel Castañeda se levanta cuidadosamente de la cama, que comparte con aquella mujer que le ha dado tres hijos, para preparar todo para salir a trabajar.
Lleno de energía y de ilusión, parte a la mitad una gran sandía. Luego una piña y al final una dulce y jugosa papaya.
Toda la fruta la guarda cuidadosamente, dentro de un caja de cristal que se encuentra sobre su viejo triciclo.
Antes de subir a él, se abotona tranquilamente aquella camisa de franela a cuadros y se acomoda su cachucha roja para luego subir a su triciclo y salir de casa rumbo al centro de la ciudad.
Juan Manuel, a sus 50 años de edad, cuenta con dos trabajos, vendiendo fruta y cocinando para una escuela de gobierno.
?La situación está muy difícil, a veces uno aunque le vaya bien en un trabajo no es suficiente para mantener a una familia, por eso decidí conseguir otro trabajo?, comenta mientras va estacionando su triciclo en la esquina de la avenida Cuauhtémoc y calle Pabellón.
El vendedor de frutas y en temporadas de tunas, comentó que es originario del ejido Petronilas, perteneciente a esta ciudad.
?Como a los 20 años tomé la decisión de venir a Matamoros, pues aunque es bonito el lugar donde nací, no hay suficientes empleos, por eso vine para abrirme paso en esta ciudad?, dice mientras saca un vaso desechable y lo acomoda en una pequeña tabla de madera.
Con un cuchillo en la mano y en la otra la mitad de una jugosa piña, Juan Manuel comenta que los fines de semana es cocinero para la universidad Chapingo, ? trabajo desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche, por eso a veces duermo sólo un par de horas, pero no importa pues vale la pena el sacrificio?, asegura aquel vendedor de frutas tropicales.
Aunque sus tres hijos estudian una carrera profesional, a Juan Manuel no le desagrada la idea de que uno de ellos quiera continuar con la tradición.
?Uno de ellos me dice que quiere ser como yo, por eso comenzó a trabajar como cocinero, pero claro siguiendo varios de los consejos que le he dado?, dice mientras deposita toda la fruta picada en aquel vaso desechable.
?Aunque muchas personas me conocen, mis mejores amigos han sido el cuchillo y el machete?, comenta mientras poco a poco exprime una rebanada de un gran limón sobre la fruta del vaso, el cual luego entrega a uno de sus clientes.
