GUATEMALA (AP) .-Un estudio reveló que las publicaciones sobre hechos de violencia o las "crónicas rojas" generan un sentimiento de miedo en Latinoamérica, debido al tono de alarma utilizado para escribirlas, informó una organización académica.
El estudio fue solamente sobre informaciones de los diarios, sin considerar los noticieros de televisión ni radios.
El investigador colombiano Omar Rincón dirigió el estudio denominado "El cuerpo del delito. Representaciones y narrativas mediáticas de la (in) seguridad ciudadana" que hizo un análisis sobre el estilo de las crónicas de sucesos y notas policiales en diarios de Latinoamérica.
"El crimen como hecho de excepción se ha combinado con el delito como acontecimiento cotidiano", lo cual es aderezado con un estilo plagado de "alarma y preocupación intercaladas dentro de las noticia", expresó Rincón al presentar su investigación el lunes en esta capital.
Ese tratamiento de la temática de seguridad "crea en la mentalidad de la ciudadanía percepciones de miedo, imaginarios colectivos que crean sociedades miedosas".
El colombiano es director del Centro de Competencia en Comunicación para América Latina que efectuó la investigación con el auspicio de la fundación alemana Friederich Ebert.
Dijo que para obtener sus conclusiones evaluó 795 noticias de homicidios violentos, hurtos, violaciones, políticas de seguridad y abusos a menores, difundidas en 14 diarios de Brasil, Chile, Guatemala, Argentina, Perú, Venezuela, México, Costa Rica, El Salvador y Colombia.
Según Rincón, en virtud del tono de las publicaciones "las sociedades se sienten amenazadas y temerosas y (permite) que se cree un climha de inseguridad que puede estar relacionado con la cantidad y modalidad narrativa de las noticias".
Otro problema es que se estigmatiza a los sectores de la sociedad, como los pobres, los jóvenes, los inmigrantes, como responsables de la criminalidad.
Para evitar esos problemas, el colombiano sugiere a los medios de comunicación dedicar más tiempo a la capacitación de sus reporteros, preparar manuales de estilo e instalar un responsable de la defensa de los lectores o un mecanismos de auto fiscalización.