EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Desde unos diez metros de distancia, la atención de los transeúntes se dirige a un solo lugar. En el piso, decenas de monos extraños parecen ser la atracción máxima de los vendedores ambulantes de la plaza principal.
Aunque pocos saben la realidad de la elaboración de esos monos, cinco familias laguneras subsisten a la crítica situación económica, al menos así lo relata una de las mujeres que hacen estos extraños muñecos.
Ella es Verónica Anahí Ramírez Rojas de 32 años de edad. Es originaria de Matamoros, Coahuila, pero en la actualidad vive en Torreón. El trabajo que realiza con una simple tela de pantimedias y aserrín es admirable.
Desde hace ya algunos años, una señora fue la que comenzó todo. Viendo diversos muñecos en otras ciudades, surgió la idea de mezclar la naturaleza de una planta con la inserción de un mono, para formar una maceta decorativa.
Verónica envuelve la cantidad de aserrín requerida para hacer la figura de un animal, entre los que destacan el elefante, el hipopótamo, la tortuga, una rana, jirafa, vacas y muchos más. Luego la sujeta con unas ligas y le coloca pintura de distintos colores para hacerlo más divertido.
Por los senderos de la plaza, decenas de personas pasan intrigadas por la rareza de los monos, la mayoría cuestionan a las mujeres sobre el material, la utilidad y su origen. Pero nadie se imagina que pegadas a la tela, se incrustan semillas de diferentes hierbas o plantas.
Luego de regarlas unos cuantos días, la planta empieza aparecer sobre las figuras y sirven como macetas decorativas. La especie que utilizan los creadores es de la conocida como ?Lágrima de bebé?, de hojas finas y delgadas.
Por día, alrededor de cinco personas elaboran 300 figuras en una jornada que comienza de las siete de la mañana hasta las tres de la mañana del día siguiente, mercancía que logran vender en una semana en cuatro ciudades de la Comarca Lagunera.
El trabajo que realizan estas familias es reconocido por cientos de clientes que ya cuentan en su casa con los extraños monos, que de acuerdo a versiones de algunos de ellos, no dejan de ser unas macetas con figuras de animales.
