EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- María Dolores de León perdió a su madre hace 18 años. Cuando Manuela Dávila murió, tuvo que aprender a vivir sin ella y a no olvidar sus consejos, ?me enseñó a respetar a los demás siempre, amarles y no tener odios ni rencores con nadie, y es lo que yo he tratado de inculcarle a mi hijo?.
Llegó de Ciudad Juárez, Chihuahua, el pasado viernes por la mañana. La intención de María Dolores es tener la tumba de su madre lista para el dos de noviembre, pues al llegar al Panteón Municipal número dos encontró que le faltan los jarrones y la jardinera, además está cuarteada.
Por eso se molesta y comenta que las autoridades municipales deberían tener más vigilancia en los panteones. ?Traje a una persona para que vea en qué condiciones está la tumba de mi madre, quiero que le arregle todos los desperfectos que le encontré, desde el viernes vine para ver cómo estaba?, comenta.
-No me gusta que haya tanto descuido, no sé si sea que tengamos que pagar alguna cuota extra al panteón para que cuiden que no lo destruyan. Yo vivo fuera de la ciudad y no tengo la oportunidad de estar al pendiente de que la tumba esté en buenas condiciones.
Dice que trata de venir a Torreón cada tres o seis meses. María Dolores aprovechó que está próximo el Día de Muertos para visitar a su madre y algunos familiares más que ya fallecieron y están enterrados en el Panteón Municipal número uno.
-El señor que contraté para que arreglara la tumba la va a dejar lista para el dos de noviembre, voy a estar al pendiente de que siga en buenas condiciones. Esta fecha es una tradición mexicana para recordar a nuestros seres queridos.
María Dolores dice que durante 20 años esperó la muerte de su madre, pues en 1967 la operaron del corazón y los doctores le dieron dos años de vida: ?cuando falleció tuve que encontrar una ocupación porque me dedicaba las 24 horas del día a cuidarla y platicar con ella?.
La muerte de doña Manuela fue terrible para María Dolores porque además del dolor de su ausencia, los recuerdos la hacían sufrir aún más: ?me despertaba a las cinco de la mañana, corríamos alrededor de la manzana, luego tomaba sus medicamentos y luego almorzábamos, nos pasábamos todo el día juntas, mi madre fue lo más grande en mi vida?.
Para María Dolores es importante que los deudos visiten a sus difuntos: ?deben venir más seguido porque las tumbas están en medio de la desolación y del abandono, están rotas, se ven feas, las autoridades deberían poner más de su parte para que los vándalos no hagan destrozos en el cementerio?.
