La mayoría de los menores de edad que llegan a la Cruz Roja por indigesta alcohólica son atendidos e internados ahí hasta que recobran los reflejos o acude algún familiar por ellos, aseguró el director de médicos de la mencionada institución, Gilberto González.
Dijo que aunque no es muy común recibir a menores de edad inconscientes o casi sin sentido a causa de ingerir bebidas embriagantes con exceso, los casos que se presentan han sido bien atendidos.
Agregó que en la mayoría de las ocasiones se les habla por teléfono a familiares para que vayan a recogerlos y normalmente acuden los padres a apoyarlos.
Comentó que en ocasiones los menores no quieren dar sus datos, mucho menos el teléfono de su casa, por temor a regaños o simplemente porque no cuentan con aparato de comunicación en su hogar; en esos casos, se deja al menor en la institución hasta que recobra los reflejos, que pueda caminar y se acuerde de su domicilio.
Señaló que a veces los jóvenes que sufren de inconsciencia a causa del alcohol van acompañados de algún maestro o empleado de escuela, por lo que se les deja a ellos la labor de que avisen a los padres del menor.
?En pocas situaciones hemos tenido que entregárselos a sus amigos o por no tener los datos suficientes para dirigirlos a su familia, pero les hacemos la recomendación a los acompañantes de que los lleven directamente a su casa?, aseguró el director de médicos de la Cruz Roja.
Por lo regular, dijo Gilberto González, ?los tenemos aquí por una o dos horas, les damos medicamento y les bajamos los síntomas de la indigesta, pero en ocasiones hemos tenido que mantenerlos en observación toda la noche?.
Otro de los casos que ocurren muy seguido es cuando llegan en estado de ebriedad pero presentan una herida; ?en esos casos también los atendemos y cuando puedan valerse por sí solos los damos de alta?, finalizó.