EFE
WASHINGTON, EU.- Mientras siguen las tareas de ayuda a las áreas dañadas por el huracán Katrina, el presidente de Estado Unidos (EU), George W. Bush, cuya popularidad ha quedado muy dañada por la crisis, apeló al espíritu de unidad generado por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y aseguró que “superaremos esta prueba”.
Bush tiene previsto asistir hoy a una serie de actos de conmemoración al cumplirse el cuarto aniversario de aquellos atentados, tras lo cual emprenderá su tercer viaje a Mississippi y Louisiana, dos de los tres estados, junto a Alabama, devastados por el huracán.
En su alocución radial, el presidente combinó ambos desastres para asegurar que “en momentos como éstos, nuestro mejor recurso es el carácter compasivo de los estadounidenses, porque ni siquiera la tormenta más destructora puede debilitar el corazón y el alma de nuestro país”.
Una encuesta elaborada por el Instituto Ipsos y difundida ayer indicaba que la aprobación presidencial está en el 39 por ciento, mientras que dos tercios de los ciudadanos creen que el país va por mal camino.
Pero Bush no aludió a las críticas y, en cambio, optó por recordar el espíritu de unidad nacional que se vivió tras los atentados del 11-S, una estrategia que ha utilizado cada vez que se ha visto contra las cuerdas.
Aquellos ataques precipitaron los índices de popularidad del presidente al 83 por ciento y dieron a Bush en EU la imagen de un líder que se crece ante la adversidad y no duda en tomar decisiones difíciles.
“Hoy, EU hace frente a otro desastre que ha causado muerte y destrucción. Esta vez, la devastación no ha resultado de la malicia de hombres malvados sino de la furia del agua y el viento”, explicó el presidente.
Cuatro años más tarde, “recordamos el miedo, la incertidumbre y la confusión de aquella mañana terrible. Pero, sobre todo, recordamos la determinación de nuestro país de defender nuestra libertad, reconstruir una ciudad herida y atender al prójimo que lo necesitara”, agregó.