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MÉXICO, DF.- Quería verse más atractiva con el arete en el ombligo. Pero fue la peor decisión que Karla B. tomó a sus 17 años. ?Los agujeros del arete se llenaron de piel abultada y ahora tengo una cicatriz que no me permite lucir mi cintura?, expresa.
En los hospitales Eugenio Espejo y Carlos Andrade Marín, de Quito, se registran cada vez más casos de jóvenes que, por colocarse un arete en la oreja, nariz o ceja, desarrollan un queloide, una inadecuada cicatrización de la piel, causada por un factor genético.
Carlos Arteaga, presidente de la Sociedad de Cirujanos Plásticos de ese país, señala que una herida siempre deja una línea de unión, que su reconstrucción no es completa y siempre hay una cicatriz.
Pero este proceso se altera, especialmente en las personas de raza negra y mestiza, que tienen tendencia hereditaria a formar queloides.
?En estos pacientes, una herida o quemadura cuando afecta la dermis (la segunda capa de la piel) no se une bien. Se sigue generando colágeno mal organizado, el crecimiento del tejido es mayor y se forma este tipo de cicatriz?.
Édison Rodríguez, jefe de Cirugía Plástica del hospital Eugenio Espejo, explica que la característica de este tipo de lesión de la piel es su aumento de tamaño y altura y la invasión a otras áreas de tejido sano. ?Hay comezón, dolor y la piel afectada se enrojece o se vuelve violácea, un poco brillante?.
No hace falta una gran lesión para que aparezca un queloide. Rodríguez aclara que una espinilla, corte, vacuna o rasguño pueden desencadenarlo en cualquier parte, pero hay áreas más sensibles.
Las consultas por el queloide son más usuales. Édison Ramos, jefe de Cirugía Plástica del Hospital Enrique Garcés, señala que 30 por ciento de los pacientes, entre 16 y 35 años, tiene esta alteración.
En estos casos aparecen tras cirugías, heridas por armas cortopunzantes y quemaduras por fuego o agua hirviendo. ?El queloide no es fácil de tratar ni de prevenir. Varios pacientes no terminan el tratamiento?, dice Rodríguez.
Por su lado, Rubén Manzano, jefe de Cirugía Plástica del hospital Carlos Andrade Marín, destaca que de 150 pacientes que ve a la semana, de 30 a 40 tienen esta alteración. Hay igual número de mujeres como de hombres, sobre todo de 18 a 50 años de edad.
?El tratamiento depende de la causa de la cicatriz, el factor racial y del tiempo de cierre de la herida?. Aclara que hay varias opciones, pero ninguna consigue eliminar la lesión.
Los cuatro especialistas coinciden en que se pueden usar infiltraciones de corticoides, para disminuir el crecimiento y altura. Se puede añadir radioterapia para piel, para determinar una cicatrización normal. Además, está la presión constante en la zona con vendaje elástico o placa de silicón (o las dos a la vez).
Hay la posibilidad de practicar una cirugía. Uno de los métodos es eliminar parcialmente la cicatriz y verificar si vuelve a aparecer. Pero todos los profesionales consultados coinciden que lo mejor es tratar a tiempo cualquier lesión.
El tratamiento integral de una lesión de 12 centímetros, pudiera costar hasta 700 dólares, lleva unos seis meses y hay la probabilidad de que reaparezca.
Lesión que asusta
Ana Gabriela Terán es una de las pacientes con queloide, que confiesa su temor:
-?Un médico me cauterizó un lunar en el pecho, sin percatarse que tenía problemas de cicatrización. Luego la lesión comenzó a crecer, a causar comezón y cuando me di cuenta había crecido hasta dos centímetros como una capa abultada, rosada y de apariencia desagradable. Además, apareció otra cicatriz igual junto a esa, sólo por rascarme?.
-?Visité a un cirujano plástico y me explicó que tenía queloide. Me efectuó varias infiltraciones de corticoide, a 15 dólares cada una, y debía aplicarme una crema sobre las lesiones, que logró que se redujeran, pero al cabo de un año volvieron a crecer y a producir comezón?.
Esto fue porque el médico no me advirtió que el tratamiento no era 100 por ciento efectivo y que necesitaba ser disciplinada. Ahora visité a otro cirujano y me dijo que el problema se puede controlar, pero no curar?.
Básica, una guía médica
Con todos los procedimientos médicos señalados para tratar el queloide, la posibilidad de que reaparezca la lesión es de 25 por ciento a 30 por ciento .
Debido a ello, especialistas señalan que debe pedir toda la información a su doctor, para conocer los riesgos que tiene al someterse a cualquier técnica. Ninguno puede ofrecerle que eliminará 100 por ciento la cicatriz ni que no pudiera volver a desarrollarse.
Es un tratamiento costoso que requiere su completa disciplina, algunos médicos incluso recomiendan, sobre todo en los casos de cirugía, que no se someta a ellas. El paciente debe conocer que el control médico es básico durante toda su vida.
