Hace años hay la idea de usar ?aguas grises?, en empresas de lavado, pero nadie la toma en cuenta
Han transcurrido más de seis años desde que funcionarios del Gobierno Municipal de Durango abrieron la posibilidad de que los negocios de lavado de autos usaran aguas ?grises? para los procesos de limpieza de automóviles. Sin embargo, nada ha cambiado.
Hasta ahora, ninguna empresa con ese giro ha tomado en serio dicha alternativa tendiente al ahorro de agua potabilizada y factible para el consumo humano, según un recorrido que hizo El Siglo de Durango por diversos establecimientos que brindan ese servicio en la ciudad.
La tendencia de los lava-autos es a utilizar equipo más sofisticado y tecnología más costosa y complicada, con el afán de evitar la mayor fatiga posible para dejar limpio un vehículo, y son estos establecimientos los que llegan a cobrar hasta 80 ó 100 pesos por un servicio completo.
Pero ni estos negocios, a pesar de que han podido invertir en infraestructura tan costosa para brindar un servicio de primera, no cuentan con sistemas de reciclado de aguas de manera que puedan volver a usar el insumo que utilizaron para poder consumir y desperdiciar la menor cantidad de líquido potable.
Tampoco tienen acceso al uso de las llamadas aguas ?grises? ?de desecho previamente tratadas y listas para ser recicladas, siempre que no sean para consumo humano-.
Es domingo por la mañana y los establecimientos más conocidos o de moda están repletos de autos que llegan sucios y salen escurriendo las últimas gotas de agua por el chasis, las salpicaderas o las defensas.
Víctor y Martín Vargas, padre e hijo, respectivamente, trabajan en una de esas empresas de limpieza automotriz que ofrecen la modalidad de autoservicio, es decir, donde el dueño del auto puede, si quiere, lavar él mismo su vehículo con pistolas que lanzan agua y/o jabón líquido a presión.
A Víctor le va bien haciendo la limpieza de los autos que los propios dueños no quieren lavar, pues gana de 200 a 300 pesos diarios por un horario de las ocho de la mañana a las seis o siete de la tarde.
En los días buenos, como los domingos, este señor que habita en la colonia Jardines de Cancún y es padre de dos hijos puede ganarse hasta 400 pesos con la lavada de entre 12 y 18 automóviles en todo el día.
Y es que cada conductor le paga de 20 a 30 pesos por sus servicios, aparte de que ya había gastado otra cantidad similar en la compra de las fichas que activan las pistolas de agua y las aspiradoras para interiores.
Estimaciones de gasto
En otro sitio similar al que da sustento diario a la familia de Víctor Vargas, el encargado del lugar intenta hacer estimaciones del consumo de metros cúbicos de agua que registra el negocio cada mes y no le resulta fácil.
Dice que el medidor del agua está encerrado en una caja metálica y bajo el resguardo de un fuerte candado, porque sólo el personal del Sideapa o los dueños de la empresa pueden revisar, sobre todo cuando toca el chequeo de cada mes o para alguna reparación o fuga.
Aun así recuerda que la factura mensual que se paga al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado oscila entre ocho y diez mil pesos al mes.
Y no quiere dar su nombre por cuestiones laborales, pero sin más asume postura de dueño y se queja de todos aquellos establecimientos de lava-autos que no pagan una facturación real por el servicio de agua, ésos que son clandestinos y a lo mucho repondrán al Sideapa una cuota residencial básica por mes.