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DAMASCO, SIRIA.- Los presidentes de Siria y del Líbano anunciaron ayer que la reubicación de soldados sirios hacia el valle del Beká, en el este del Líbano, será concluida para fines de marzo, pero pospusieron la retirada final hasta que celebren ulteriores negociaciones.
El anuncio en Damasco, formulado luego de una reunión entre el presidente sirio Bashar Assad y su homólogo libanés Emile Lahoud, indicó que una vez los soldados sirios concluyan su retirada de la parte norte y central del Líbano, hacia el valle del Beká, cerca de la frontera siria, funcionarios militares de ambos países acordarán, en el lapso de un mes, el periodo que continuarán los soldados sirios en la zona, así como la cantidad de efectivos.
Tras ese paso, indicó el comunicado, ambos gobiernos “acordarán completar la retirada de las fuerzas restantes”.
En el comunicado no se fijó un cronograma específico para la retirada total de las fuerzas sirias del Líbano. En Washington, un vocero de la Casa Blanca denunció que la retirada era “una medida a medias”.
En Beirut, por lo menos 50 mil manifestantes se congregaron en la Plaza de los Mártires, en el centro de la capital libanesa, para exigir la retirada siria. Fue más del doble de la multitud que asistió la semana anterior a una demostración que condujo a la caída del Gobierno pro-sirio.
La mayoría agitaba la bandera libanesa -rojiblanca con un cedro verde, símbolo del país- y gritaba “¡Siria, afuera!”
Poco después del anuncio de Assad y de Lahoud, dos camiones militares del Ejército sirio cargados con muebles enfilaron hacia el este, por un camino que atraviesa montañas, aparentemente señalando el comienzo de la retirada. Un jeep que llevaba a un general también ascendió el camino rumbo al paso montañoso de Dahr el Baidar que conduce al valle del Beká.