El primer ministro prometió atrapar a los culpables de los ataques y colaborar para "hacer que se escuche la voz verdadera y moderada del Islám".
Londres, (EFE).- Los atentados perpetrados la semana pasada en Londres parecen ser obra de "extremistas islámicos", afirmó hoy el primer ministro británico, Tony Blair, al prometer una "intensa" persecución policial para atrapar a los culpables.
En una declaración ante una abarrotada Cámara de los Comunes, Blair señaló que "parece probable" que terroristas radicales islámicos hayan cometido los atentados, si bien no aportó detalles sobre los posibles autores.
El jefe del Gobierno británico únicamente precisó que esos terroristas se asemejan a "quienes en los últimos años han sido responsables de tantas muertes inocentes en Madrid, Bali (Indonesia), Arabia Saudí, Rusia y en otros muchos países".
Asimismo, Blair puntualizó que, al menos, 52 personas fallecieron como resultado de las cuatro bombas que estallaron en tres estaciones del metro y un autobús de línea urbano, en la mayor muerte de civiles acaecida en Londres desde la II Guerra Mundial (1939-1945).
Los ataques causaron también unos setecientos heridos, 56 de los cuales continúan ingresados en los hospitales, "algunos de ellos graves", dijo Blair al enviar su "pesar" a las víctimas y sus familias.
En un ambiente sombrío, marcado por el silencio respetuoso de los diputados, el jefe del Gobierno británico reiteró que su país no claudicará ante el terrorismo.
"No seremos derrotados por el terrorismo. Venceremos y emergerán intactos de este horror nuestros valores, nuestra forma de vida, nuestra tolerancia y nuestro respeto hacia los demás", subrayó el primer ministro.
Blair explicó que la policía antiterrorista británica ha abierto una investigación, que describió como "una de las más intensas y vigorosas que este país ha visto jamás", a fin de capturar a los responsable de la matanza.
"No descansaremos -insistió- hasta que no sólo los autores materiales, sino también los planificadores del atentado hayan sido identificados y, en la medida de lo humanamente posible, llevados ante la justicia".
La Policía británica, que ya ha indicado que la masacre tiene "las trazas de (la red terrorista) Al Qaeda", celebró el pasado fin de semana una reunión con miembros de las fuerzas de seguridad de unos treinta países, entre ellos España, para dar caza a los terroristas.
Sobre la posibilidad de haber evitado la masacre mediante la intervención de los servicios de espionaje, Blair dijo desconocer la existencia de "información suficientemente específica que hubiera permitido prevenir los atentados del pasado jueves".
Por otro lado, el primer ministro habló de la identificación de las víctimas y admitió su deseo de que ese proceso "pudiera ser más rápido", después de que familiares de desaparecidos se quejaran por la lentitud del reconocimiento de los cuerpos.
Tras advertir de que la identificación será una tarea "complicada", Blair reconoció que la espera es "perturbadora" para los parientes de los afectados, si bien "la gran mayoría de los familiares ya tienen una idea muy clara de lo que ha pasado con los suyos".
Además, el primer ministro adelantó que en los próximos meses, previa consulta con los familiares de las víctimas, se oficiará un funeral honorífico al que asistirá la reina Isabel II de Inglaterra.
Este jueves, justo una semana después de los atentados, el Reino Unido también guardará dos minutos de silencio que serán, en opinión del jefe del Gobierno, "una oportunidad para que la nación se una en el recuerdo" a las víctimas.
Respaldado por los partidos de la oposición, Blair valoró también el "estoicismo" demostrado por los londinenses en estos momentos aciagos, al tiempo que elogió el "trabajo heroico" de la Policía y los servicios de emergencia.
Por último, el primer ministro prometió colaborar con los líderes de la comunidad musulmana de este país para "hacer que se escuche la voz verdadera y moderada del Islám".