REUTERS
LA HAYA, HOLANDA.- Los holandeses votaron ayer en un referendo que según las encuestas a boca de urna dio un segundo “No” a la Constitución europea tras el rechazo de Francia el domingo, profundizando la crisis dentro del bloque.
Un clima soleado alentó a muchos a salir a sufragar en el primer referendo nacional en Holanda, pero no había signos de que el buen clima hubiera cambiado la actitud de los holandeses hacia la Constitución del bloque de 25 países.
Un segundo rechazo implica un fuerte golpe para las esperanzas de los líderes europeos de facilitar las decisiones en un bloque ampliado, y podría influir sobre el euro. La negativa francesa llevó a la dimisión del primer ministro.
La mayoría de los principales partidos holandeses -incluido el de centroderecha que ocupa el Gobierno- hicieron campaña a favor del “Sí”, pero las encuestas a boca de urna apuntaron a que el “No” obtuvo una sólida mayoría, ya que la oposición creció desde que los franceses dieron su veredicto negativo.
“Yo espero, y tengo plena confianza, de que los votantes sufragarán mayoritariamente a favor del ‘No’, y que rechazarán esta terrible Constitución”, había dicho Geert Wilders, un político que hizo una fuerte campaña en contra del “Sí”, y quien es conocido por sus posturas anti-inmigración.
El apoyo de Holanda a la Unión Europea, de la que fue, como Francia, uno de los seis miembros fundadores en la década de 1950, ha sido tradicionalmente fuerte, pero los problemas políticos y sociales crecientes, además de un sentimiento anti-inmigratorio, lo han limitado en los últimos años.
Las urnas abrieron a las 07:30 hora local (05:30 GMT) para los más de 12 millones de holandeses con derecho al voto.
Los centros electorales cerraron a las 19:00 GMT, cuando fue difundida una encuesta nacional con resultados a boca de urna.
Una UE menos confiada de sí misma, que se debate entre las dudas y la introspección, podría ser un socio menos efectivo a la hora de sostener la economía mundial, estabilizar a los vecinos de importancia estratégica y propagar la democracia en Oriente Medio y Asia Central.
