EL SIGLO DE TORREÓN
Asegura director que la empresa aprendió que no es suficiente cumplir con las leyes, “sino ir más allá”.
TORREÓN, COAH.- Con la detección de plomo en el ambiente y el riesgo que ello implica para la población, Peñoles aprendió que no es suficiente el cumplir con las leyes, sino que es necesario ir más allá para asegurar un verdadero desarrollo sustentable, afirma el director de la empresa, Fernando Alanís Ortega.
Durante la presentación del Cuarto Informe Anual de Desarrollo Sustentable, el director precisa que en México sólo tres empresas reportan sus actividades de protección ambiental y una de ellas es Peñoles, en tanto que en Latinoamérica nada más lo hacen el cuatro por ciento de las empresas y en Europa el 46 por ciento está involucrado en esta iniciativa.
En materia ambiental, la empresa informa que 16 de sus 20 unidades operativas han sido certificadas como “Industria Limpia” y también han recibido la certificación ISO-14000. La compañía estima que en un año las cuatro instalaciones restantes recibirán las certificaciones correspondientes.
La estrategia de desarrollo sustentable, explica, está enfocada por una parte a minimizar el impacto ambiental de sus operaciones a través del uso de aguas tratadas, la restauración de minas cerradas, el control de sus emisiones y el ahorro de energía eléctrica.
En esta ciudad, añade, se ha desarrollado un esfuerzo especial debido a la presencia de plomo en el ambiente, derivada de las operaciones de su planta metalúrgica a lo largo de 100 años de existencia.
Desde 1999 Peñoles ha invertido 70 millones de dólares entre equipos de control ambiental, limpieza de calles y banquetas en las colonias vecinas para recoger polvos de plomo, actividades de reforestación y programa de atención a la población expuesta al plomo.
En la actualidad, las emisiones de la planta metalúrgica son monitoreadas las 24 horas del día y la concentración de plomo en el ambiente está por debajo del máximo permitido por la Norma Oficial Mexicana.
Respecto al seguimiento a los miles de niños afectados por plomo, el vocero de Peñoles, Luis Rey Delgado, informa que se continúa con la atención, se ha logrado disminuir el promedio de los niveles de plomo en sangre y se invierten 18 millones de pesos anuales en esa materia.
CADA VEZ MENOS.
Mientras que el supervisor del Programa de Metales, por parte de la Secretaría de Salud, Víctor Luján Galván, se muestra preocupado porque cada vez son menos las madres de familia que llevan a sus hijos afectados por plomo a revisión médica, una de las mujeres declara que acuden pero no son atendidas y además, la encargada del Programa las trata mal.
Eva Mendiola Reséndiz, madre de familia, dice que no se trata sólo de sacar muestras de plomo, sino que la atención debe ser de calidad y sobre todo evaluar los daños neurológicos de los miles niños que han tenido altos niveles de plomo en sangre, pues los estudios realizados indican que los afectados no tendrán la misma capacidad intelectual en el transcurso de su vida.
“La gente no confía en la empresa, por eso ya casi no van y seguimos creyendo que fue un error garrafal de la Secretaría de Salud, dejar la atención médica a quienes los ha dañado”, dice Eva Mendiola.