Reclaman al mandatrio estadounidense una explicación clara sobre su estrategia para imponerse en Irak.
Washington, (EFE).- El Senado de EU envió hoy un claro mensaje de descontento al Gobierno del presidente George W. Bush al aprobar dos mociones que limitan los poderes del Ejecutivo en la guerra en Irak y en la lucha contra el terrorismo.
La primera moción, propuesta por la mayoría republicana y aprobada por 79 votos contra 19, tiene como objeto intensificar el proceso de transición en Irak el año próximo para poder acelerar así el retorno de las tropas estadounidenses destacadas en el país árabe, que superan los 150 mil soldados.
La enmienda aprobada prevé que el año próximo sea "un periodo de significativa transición hacia la soberanía iraquí completa" y que Bagdad se haga cargo de la seguridad en su propio país.
También reclama que el presidente Bush dé una explicación clara al Congreso sobre su estrategia para imponerse en Irak.
Asimismo, obliga a las autoridades estadounidenses a presentar informes trimestrales sobre la marcha de la guerra en el país árabe.
Que esta moción se haya aprobado, y que haya provenido del partido en el gobierno, pone en evidencia el creciente descontento entre las filas republicanas sobre la marcha de la guerra en Irak, que se ha cobrado ya las vidas de más de 2.050 soldados de EU.
La oposición demócrata había propuesto otra moción, casi idéntica, que resultó derrotada por 58 votos frente a 40.
La diferencia con la enmienda aprobada era que la demócrata obligaba a fijar un calendario para la salida de las tropas estadounidenses de Irak.
Pocos minutos después, los legisladores aprobaron otra moción que permite que los presos retenidos en la base naval de Guantánamo (Cuba) que resulten condenados por tribunales militares especiales puedan apelar ante cortes civiles federales.
La moción, resultado de un compromiso entre republicanos y demócratas alcanzado la noche del lunes, se aprobó por 84 votos contra catorce.
La semana pasada, los senadores habían negado por 49 votos contra 42, el derecho de los presos en Guantánamo a presentar sus casos ante los tribunales civiles en primera instancia, pero algunos legisladores alegaron que es necesario mantener algún tipo de proceso de revisión de esos casos.
La moción aprobada hoy sobre los detenidos -que EU califica como "combatientes enemigos"- mantiene ciertos límites al acceso de esos presos a los tribunales federales pero sí les concede el derecho de apelar a ellos si las cortes militares especiales creadas expresamente para juzgarles les declaran culpables.
Las dos enmiendas que han recibido hoy el visto bueno de los senadores quedan incorporadas a la ley de presupuesto de Defensa para este año fiscal.
Con esta ley, que debe recibir también el visto bueno de la Cámara de Representantes para entrar en vigor, los legisladores quieren enviar un mensaje a la Casa Blanca sobre el descontento que existe sobre la marcha de la guerra, que una mayoría creciente de los ciudadanos desaprueba, según las encuestas.
Además de las dos medidas aprobadas hoy, el Senado votó ya recientemente incluir en esa ley lenguaje que prohíba la tortura y que obliga a las autoridades a otorgar un trato humano a los presos sospechosos de terrorismo retenidos en Irak, Afganistán o Guantánamo.
En su conjunto, las enmiendas aprobadas por los legisladores tienen como objetivo permitir que el Congreso pueda supervisar el trato a esos presos y mejorar la imagen de Estados Unidos en el exterior.
Esa imagen se ha resentido por las alegaciones de torturas a los presos multiplicadas a raíz del escándalo de la prisión de Abu Ghraib, surgido en abril del año pasado.
La llamada de atención del Senado se produce en un momento en el que el presidente Bush se encuentra en los momentos más bajos de su mandato y su popularidad alcanza tan sólo el 37 por ciento, a tenor de las encuestas.
Ante las críticas a su gestión en Irak, el presidente ha emprendido una campaña para defenderse, en la que recuerda que muchos de quienes ahora le critican en su día votaron a favor de ir a la guerra.
Bush también rechaza otra de las acusaciones que se le imputan, que su Gobierno exagerara las pruebas sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la necesidad de invadir el país árabe.