Recomiendan impulsar los canales de comunicación entre México y el país oriental
Notimex
México, DF.- México debe ver en China una oportunidad de desarrollo, por lo que el Gobierno tiene que sentar las bases para firmar con ese país acuerdos de alcance parcial vía la formación de complejos industriales o clusters, pues de no hacerlo ?perderemos la mitad de nuestra capacidad de bienestar en el corto plazo?.
Lo anterior lo advierte el presidente de la firma Consultores Internacionales, Julio A. Millán Bojalil, quien considera que en los 15 meses restantes de la actual administración federal se pueden establecer políticas económicas encaminadas hacia ello, y dejar atrás la ?miopía? de quienes se oponen a este desarrollo.
En su opinión, estos acuerdos sectoriales derivarían en un futuro próximo en un tratado ampliado de vinculación económica para atraer inversiones y acercar a México al crecimiento que necesita, lo cual además deberá ir a la par de la aprobación de las reformas estructurales.
?Lo conveniente es que se hiciera todo al unísono?, pero mientras las reformas se aprueban hay sectores que ya podríamos abrir, para empezar a crecer y aliarnos a una de las economías con mayor éxito en los últimos tiempos.
Millán Bojalil explica en entrevista que los clusters o complejos industriales deben integrarse con toda la cadena productiva y al mismo tiempo impulsar canales de comunicación, como la conexión entre los puertos de Shangai y Lázaro Cárdenas.
Es decir, dijo, se debe prever comunicación marítima para el transporte de mercancías y tener una puerta operativa, donde se tenga la seguridad del transporte y de los productos que se pudieran utilizar.
Expuso que los conjuntos industriales o clusters, es decir, espacios en cada nación en donde se puedan ubicar cadenas productivas, ?representan áreas de oportunidad, pero también debemos de abrir puertas de vinculación?.
Considera que este proyecto serviría para las cadenas fibras-textil-vestido, electrónico-eléctrico, la de hierro y acero, la automotriz y autopartes, que ya comenzó, además de sectores como el de la biotecnología, entretenimiento y turismo.
China, dijo, tiene un proyecto de nación de largo plazo, una sólida estructura política y estabilidad económica, pues capacita a sus trabajadores, ofrece todas las facilidades a la inversión extranjera y cuida su mercado interno.
?Con ello, sólo hay que imaginarse la alianza que podemos hacer con China, donde estarían dadas en las cadenas productivas. La alianza sería como cluster, es decir, podemos tener un lugar allá y uno aquí?. Dio como ejemplo un cluster en la cadena fibras-textil-vestido, donde participarían empresas que ofrecen desde la materia prima hasta el producto terminado, en un área industrial con facilidades fiscales.
Con ello se lograría disminuir los costos, pues se aprovecharían las ventajas competitivas y comparativas de ambos países y sectores industriales, lo cual serviría para competir en todo el mundo, destaca el analista.
Es una alianza, continuó, en donde los chinos y mexicanos necesitamos nuestras industrias con las ventajas inherentes a cada una, lo cual incluso nos obligaría a hacer una serie de cambios y ajustar estructuras hoy anquilosadas y viejas.
La industria mexicana está preparada para ello, ?es más no sólo lo podemos hacer, sino debemos hacerlo?, aunque reconoce la ?miopía? de algunos industriales que se oponen a ello.
La amenaza silenciosa
Algunos datos sobre la economía china que se ha convertido en una amenaza silenciosa:
·China, una nación que alberga a mil 300 millones de habitantes, con más de 200 mil millones de dólares en reservas internacionales, un Producto Interno Bruto superior a los 900 mil millones de dólares, y una balanza exterior de 319 mil millones de dólares, ha dejado de moverse en las sombras.
·Con una revolución comercial, tras su adhesión a la Organización Mundial de Comercio el 11 de noviembre de 2001, se ha convertido en una amenaza silenciosa para muchos países.
·México, no es la excepción. Aunque saca provecho con el Tratado de Libre Comercio con América del Norte y mantiene desde hace una década un cordón umbilical económico con Estados Unidos, al que vende casi 90 por ciento de sus exportaciones, China está progresando en sus envíos a ese país poniendo en riesgo lo que hasta ahora parecía un sitio casi asegurado para los mexicanos.
·Tan es así, que desde mediados de 2002 México -la tercera mayor economía de América Latina- ha ido perdiendo participación en el mayor mercado del mundo, por el discreto avance de productos más baratos procedentes de China.
·Una prueba de lo anterior es que la presencia China se ha detectado en la migración de maquiladoras. Desde finales del año 2000, el número de plantas se ha reducido en tres mil 460, lo que ha significado, junto a la menor actividad de la industria maquiladora, una pérdida de 250 mil puestos de trabajo equivalentes al 20 por ciento del empleo promedio en esa industria.
·En poco más de dos años, el 39 por ciento de empleo maquilador generado entre 1995 y 2000 se ha perdido según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
·El Departamento de Comercio de Estados Unidos revela que la participación de las exportaciones mexicanas en ese país en el periodo enero-mayo fue de 11.2 por ciento, por debajo del 11.6 por ciento de finales de 2002.
·Mientras que la participación de las exportaciones de China creció 27.9 por ciento en los primeros cinco meses de ese año hasta 11.2 por ciento, alcanzando a México.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón.
Cambian las preferencias.
El sector privado del país advirtió que a menos que las preferencias del mercado estadounidense vuelvan a fijarse en los productos mexicanos, el desempeño del sector exportador podría seguir deteriorándose.
Esto, independientemente de la evolución del mercado petrolero, que hasta ahora ha compensado en buena parte la desaceleración de las ventas no petroleras al exterior.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló en el documento ?Retos para el sector exportador mexicano? que mientras las exportaciones mexicanas se moderan, la propensión de Estados Unidos a importar se ha incrementado. Esto indica que no es el menor ritmo de crecimiento estadounidense la razón de la debilidad de las ventas de México al exterior.
Recordó que es un hecho que la evolución del sector exportador mexicano depende en gran medida de la dinámica de la actividad económica de Estados Unidos, dado que este país absorbe más de 80 por ciento de los bienes que comercia México con el exterior.
De tal forma que una baja en el consumo de nuestro vecino del norte tendría incidencia negativa en la actividad productiva de nuestro país.
Si bien las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos han seguido creciendo, incluso se ha reportado superávit históricamente elevado a favor del comercio de México, mucho de ello se puede atribuir al comportamiento de las exportaciones petroleras.
Esto debido a que gracias al aumento en el precio y el volumen de exportación de crudo, ha sido una de las principales fuentes del superávit comercial de México con Estados Unidos.
Las cifras del Departamento de Comercio estadounidense indican que en el período enero-junio del presente año el saldo comercial fue superavitario para México en 24 mil 476 millones de dólares (md), manteniendo una tenencia ascendente en los últimos años.
Sin embargo, si se excluye la importación estadounidense de petróleo crudo mexicano, el saldo se reduce a 13 mil 404 md, cifra que si bien sigue siendo elevada, muestra un comportamiento a la baja desde 2003.
