Autoridades evaluarán los estropicios causados por el Maurice Ewin
EFE
MÉRIDA, YUCATÁN.- El barco científico estadounidense Maurice Ewin, que estudia el cráter de Chicxulub en la costa del estado de Yucatán, chocó contra arrecifes de coral y ocasionó daños ecológicos incalculables, se informó ayer.
El procurador federal de Protección al Medio Ambiente, José Luis Luege, dijo que la embarcación encalló sobre el banco coralino y dañó de manera seria el lecho marino y las especies que ahí habitan.
El Maurice Ewin transporta investigadores de la Universidad neoyorquina de Columbia y de la Universidad Nacional Autónoma de México para realizar desde el pasado 18 de diciembre estudios sobre el lecho marino y el cráter de Chicxulub.
Las exploraciones realizadas por ese navío ya habían ocasionado una serie de protestas por parte de organismos ecologistas, debido al uso de ?bombardeos sónicos?.
Luegue explicó que ?era inconcebible que en una embarcación con los equipos y mecanismos tecnológicos de los que dispone (el Maurice Ewin) hubiera podido suceder este problema, que ocasionará no sólo una denuncia penal contra los responsables de esta embarcación?.
Agregó que se dará un seguimiento ?de las autoridades federales del medio ambiente para que se repare el daño infringido a las especies marinas?.
El fiscal ambiental dijo que la denuncia no está dirigida contra los investigadores que trabajan en el barco, sino contra el capitán de la nave y establece sanciones económicas e incluso penales contra la empresa responsable.
Organizaciones ambientalistas denunciaron desde el inicio de las investigaciones en el cráter de Chicxulub que los observadores acreditados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para vigilar los trabajos que realizará el barco científico Maurice Ewin (apodado como ?el barco asesino?) carecen de preparación y perfil para esa responsabilidad.
En su momento, la presidenta de la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán, Rosario Sosa Parra, expuso que por lo menos dos de los cuatro observadores no cuentan con la experiencia en navíos de prospección sísmica.
Ayer la ambientalista Sosa Parra pidió una investigación a fondo de manera que ninguna de las dependencias federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o Semarnat se dejen llevar por el proyecto del barco extranjero.
El barco de bandera estadounidense estudia el llamado cráter de Chicxulub, el cual tiene un diámetro de 180 kilómetros y fue causado por el impacto de un meteorito que cayó en esa zona hace 65 millones de años, hecho al cual se le atribuye la extinción de los dinosaurios.
La tripulación, conformada por unos 100 científicos de cinco países, debe terminar sus investigaciones el 19 de febrero.