LONDRES, (Reuters).-El gerente de supermercado Clive Woodall solía sentarse cada día durante su hora de almuerzo para escribir un cuento de hadas a sus dos hijos pequeños.
Ahora, tras haber logrado un acuerdo de un millón de dólares con Disney para llevar al cine su primera novela, poner en orden los productos de las estanterías es un recuerdo lejano.
"One for Sorrow" -un oscuro relato sobre urracas que planean un genocidio en el reino de los pájaros- se convirtió en un éxito sorpresa el año pasado, y los derechos de publicación se vendieron a 20 países en unos pocos días.
Ahora, con la publicación de "Seven for a Secret", Woodall, de 47 años, espera que la segunda parte pueda cumplir otra fantasía de Hollywood.
"Cuando el primer libro fue un éxito y se vendió en tantos países, era un riesgo que merecía la pena tomar", dijo a Reuters.
"Pero cada día todavía tengo que pellizcarme. Es una verdadera alegría pensar que mi lugar de trabajo es ahora la mesa del comedor". Luego de 30 años intentándolo, el momento es perfecto.
El impresionante éxito de los libros de Harry Potter de JK Rowling, ha creado todo un mercado nuevo para libros infantiles, y Woodall admitió: "Sin duda, ella me abrió la puerta a mí".
Además, llegó la popularidad de películas de dibujos animados como "Shrek" y "Shark Tale".
"Este es el momento justo, espero cabalgar sobre la próxima ola de películas de dibujos animados", dijo este escritor quien aún sería un desconocido si el director británico Franc Roddam no hubiese acudido en su rescate.
Las cartas de rechazo de las editoriales se acumulaban en su mesa cuando su mujer envió el manuscrito al gerente del banco donde ella trabajaba.
El gerente, impresionado con la historia, rogó a su vez a Roddam para que lo leyera, y el director de la película de culto sobre el rock "Quadrophenia", se enganchó inmediatamente.
Roddam publicó él mismo el libro, logró el acuerdo con Disney, y de repente Woodall no sólo estaba escribiendo un cuento de hadas sino que estaba protagonizando uno.
Este escritor que vive en Cambridgeshire tomó la idea para su novela sobre un genocidio aviario cuando conducía al trabajo y observó a unas urracas que se peleaban por la carroña en los márgenes de la carretera.
Así entran en escena Traska, la urraca malvada decidida a conquistar el mundo, y Kirrick, el pequeño petirrojo que tiene la misma decisión para evitarlo, en lo que se convierte en una saga sombría llena de muertes violentas.
"Los libros son sombríos de manera deliberada, porque creo que la naturaleza es muy salvaje", afirmó el autor.
No muestra ningún remordimiento por haber alimentado la imaginación de sus hijos cada noche con una dieta de cuentos sobre el lado más destructivo de la naturaleza.
"La historia les capturó rápidamente por su lado oscuro", dijo. "Tener miedo en la cama es algo muy divertido siempre que sepas que es ficción y que estás a salvo".