Para conseguir la primera, es sumamente indispensable lo segundo.
Y en nuestra misma historia, Benito Juárez, el benemérito de las Américas dejó escrito para los tiempos que nos tocarían vivir su famosa frase: El respeto al derecho ajeno es la paz.
Lamentablemente el respeto lo van borrando estos tiempos que vivimos.
Dentro del egoísmo que envuelve a la humanidad, el considerar los derechos que tienen los demás va perdiendo valor y por ende poca observancia.
Gente que va a otros estados o visita otros países, adelantados en su cultura, nos hablan de observancias de conducta que ahí se ven naturales.
Por ejemplo, alguien conduce un vehículo y al llegar a un crucero observa un letrero en el que se pide el paso de un vehículo para después tomar su turno el que se detiene.
Esto, por ejemplo, es muy común en Chihuahua y en Aguascalientes.
Tiene también preferencia el peatón.
Jared Borgetti que ha sido personaje central en el futbol mexicano, radicado varios años en la Comarca Lagunera, habla de sus experiencias en Inglaterra, donde no hay sonidos de claxon y donde los conductores de vehículos respetan el transitar de los demás. Seguramente todos tienen sus prisas pero es más importante respetar a los demás.
Raúl Correa, un estimado lagunero, nos hablaba de los tiempos de su niñez, en los que fue educado para respetar a los mayores, para ayudarlos a cruzar la calle y darles el lugar de la pared cuando caminaba con ellos en la banqueta. Y decía que hoy pocos atienden a los adultos mayores y en la calle vemos con tristeza que en lugar de auxiliarlos los arrollan, los atropellan y los dejan ahí tirados.
Es muy común hoy día no respetar el tiempo de los demás. Se hacen citas de negocios o de amistad y cada quien llega a la hora que le da en gana.
Debemos cooperar en recuperar la cultura del respeto a los demás, así todos viviríamos mejor y en un ambiente de armonía y paz.
Los demás tienen también sus deberes y sus derechos, respetémoslos para que todos vivamos nuestro pequeño espacio en un ambiente agradable.
Y las cosas empiezan por la casa. Ahí debe existir el modelo de vida que todos anhelamos, sustentado en el amor y en el respeto.
