Hermosa en primavera pero también en otoño.
Ahí estuvimos el pasado fin de semana para gozar de su agradable temperatura y recordar todo lo que hemos disfrutado el lugar, primero acompañados de personas que tan bien nos atendieron y ya se fueron, como el Sr. Juan Contreras Cárdenas que fue nuestro primer guía y quien una vez, cuando le ponderamos las bondades del clima, con su humor habitual nos dijo: ?es lo único que no se han llevado de Parras, porque han cargado con todo?.
Una de nuestras primeras entrevistas en este paraíso la hicimos a don Luis Aguirre Benavides, que había sido secretario de Pancho Villa, narrándonos vivencias que tuvo al lado del Centauro del Norte.
Años después no sólo entrevistamos sino que tuvimos una relación de amistad con su hermano, el ingeniero Gustavo Aguirre Benavides, un ingeniero botánico con reconocimiento mundial y quien aportara sus fórmulas para la creación de la píldora anticonceptiva. Vivió hasta su muerte, ocurrida en 1982 en su natal Parras y ahí en sus afueras tenía un jardín botánico del que nos regaló plantas que aún conservamos, con excepción de un pino que estuvo en las afueras de nuestro hogar hasta principios de este siglo.
Ya antes habíamos añorado la compañía del querido compadre Juan Carlos Lamas quien se nos adelantó en el viaje y esta ocasión no encontramos por ningún lado a nuestro inapreciable guía, el maestro Rafael Castañeda Ríos, autor en este diario de su gustada columna Parras 407 Presente.
Nadie pudo darnos razón de dónde se encontraba este ameritado maestro que nació allá por 1935 en San Juan de Guadalupe, Dgo., hoy todo un personaje en la tierra de don Francisco I. Madero pues ha ganado muchos lauros, como educador y como periodista, como la presea Antonio Estrada Salazar que obtuvo en 1995 y la Humberto Gaona Silva en 2002.
Así que sin un buen acompañante ascendimos a la capilla del Santo Madero, luego bajamos a refrescarnos en el Estanque de la Luz y lo bueno fue que en La Posada sigue administrando el lugar el buen amigo Arturo que nos atendió a cuerpo de rey con tazas de café, huevitos con chorizo y al mediodía chiles rellenos y enchiladas, todo rematado con los dulces de doña Goyita como postre incomparable.
¿Dónde andaría el profesor Castañeda Ríos?