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MÉXICO, DF.- El Centro Histórico de la Ciudad de México está de moda y la idea de habitar en él ya no resulta descabellada: ahora existen allí espacios rehabilitados a la altura de algunos del primer mundo.
El corazón de la ciudad empieza a mostrar los resultados del esfuerzo por rescatarlo del abandono y el deterioro. A diez años de haberse iniciado el proceso, poco a poco rinde los tan esperados frutos.
En una de las interesantes restauraciones participó el ingeniero mexicano Juan Carlos de Laborde, quien recuperó la belleza de un edificio del siglo XVII, para convertirlo en un inmueble de 26 departamentos de interiores muy modernos.
Se trata del edificio San Carlos, situado en la calle de Bolívar, casi esquina con Madero. Esta obra está constituida por dos cuerpos principales con vistas hacia Madero, Bolívar y lo que resta del convento de San Francisco.
?La edificación formaba parte de este convento y en la parte baja había una accesoria para la venta de abarrotes, T. Guerra y Villar, que posteriormente se convirtió en un pasaje de estilo art decó: el Pasaje Iturbide?, nos explica. La tarea de restauración constituyó todo un reto para De Laborde, quien debió respetar estructuras interiores y exteriores, por tratarse de un edificio catalogado por el INAH.
?Durante el proceso de restauración se descubrieron vestigios muy importantes como muros originales del convento de San Francisco, los cuales se dejaron tal cual, formando parte de la ?decoración? de algunos de los departamentos?.
Asimismo, ?se dejaron los marcos de las puertas principales que desde sus inicios eran de cantera. Estas puertas se restauraron a su tamaño original, ya que en los años 30 las hicieron de tamaño muy reducido?, explica el ingeniero. La edificación se encuentra en frente de la Casa de la Borda, residencia construida por el minero español José de la Borda (1699-1778), uno de los hombres más ricos del siglo XVIII en la Nueva España.
?La casa que cuenta con un solo balcón que abarca toda la estructura se dice que fue diseñada por el dueño para que sus hijas no salieran a la calle y pudieran dar la vuelta a la manzana caminando por su propio balcón?, narra De Laborde.
El edificio San Carlos ahora luce elevadores modernos, barandales de alambre de acero, y además cuenta con servicios inteligentes que lo convierten en un diseño ecológico. ?Es ecológico ya que cuenta con sistema de tratamiento de aguas y reciclaje de las mismas, además, al restaurar algunas de las vigas, las que ya no servían, éstas se convirtieron en materia prima para hacer las bases de algunos de los lavabos?, dijo.
Cuenta también con ventanas de doble vidrio que funcionan como atenuadores de ruido y aislantes de temperatura. Los departamentos no tienen instalaciones de gas, pues las estufas y calentadores son ciento por ciento eléctricos.
?Esto es parte de lo que podemos ver hoy en día en esta zona. Pienso que sí está de moda vivir en el Centro Histórico. Aquí tienes mucha vida de barrio, de tradición, encuentras todo, moda, mercados, teatros, cafés y demás?.
La gente se debe dar cuenta que ya no es lo mismo que antes, que hay control sobre ambulantes y aumentó la seguridad?. Dice que incluso, distintas personalidades de diferentes ámbitos ya tienen un departamento en la zona, entre ellos el ex presidente de España, Felipe González.
?La idea es formar una comunidad de intelectuales, empresarios, en fin. La rentas son baratas; en los edificios recién restaurados hay rentas desde cuatro mil pesos a 12 mil pesos y estos últimos son raros?, concluye De Laborde.