Si recordamos, la meta inflacionaria del Banco de México para el año pasado fue de cuatro por ciento, la inflación en realidad terminó en 5.40 por ciento, principalmente por presiones inflacionarias fuertes que hubo el año pasado del exterior. Sea lo que sea la diferencia fue mucha a lo estimado, y el Banxico como consecuencia y como institución responsable de defender permanentemente el poder adquisitivo de la moneda, hará todo lo posible este año para lograr las metas inflacionarias.
Así el mecanismo de política monetaria que ha implementando desde hace tiempo y para este año y que se refleja a través del aumento del “corto” a efecto de contribuir a bajar la inflación, como que le empieza a funcionar ya que la inflación para el mes de enero fue de cero por ciento y para la primera quincena de febrero que se dio a conocer el pasado jueves fue 0.17 por ciento contra 0.26 por ciento que se esperaba. Lo cual quiere decir que difícilmente cambiará los mecanismos de la política monetaria como se había especulado en diferentes medios.
Sin embargo , mientras continúe “endureciéndose” la política monetaria por ese famoso corto que el Banxico volvió a subir el pasado viernes en dos millones de pesos llegando a 77 millones de pesos diarios, tendrá que tener repercusiones no muy buenas para el crecimiento de la economía en el corto plazo enfrentando entonces una disyuntiva, ya que si por un lado se tiene éxito en la meta inflacionaria, por otro se tendrá mas desempleo en la economía aunque empíricamente está demostrado que si se logra estabilizar los precios en la economía a ultranza tendrá un dinamismo en la actividad económica por la mejora en la competitividad internacional principalmente y paralelamente con un bienestar social traducido en la mejoría del poder de compra de la gente.
Considero que el Banxico mandó la señal que por lo menos este añó político no va a desistir en ese afán institucional de lograr las metas inflacionarias, por lo que en los próximos meses estaremos viendo altas tasas reales de interes, y apreciaciones en el peso respecto al dólar, por lo menos para los próximos seis meses.
Dentro de los riesgos de inflación que el Banxico señala para fundamentar sus decisiones de política monetaria, destacan: las sorpresas positivas de la inflación a partir de la segunda quincena de diciembre pasado; que existen aún niveles altos de inflación subyacente, es decir aquella que toma en cuenta los precios de bienes y servicios agropecuarios y del sector publico; y que las expectativas de la inflación en el mediano y largo plazo aún continúan altas, en contra de las de corto plazo que ya empiezan a disminuir.
En fin, sin duda el Banxico estará muy atento a cualquier presión en la demanda sea que provenga de factores externos o internos para que inmediatamente haga los ajustes en su política monetaria. Definitivamente si es algo muy importante que México llegue a lograr inflaciones acorde a la de los países industrializados y principalmente acorde a la de sus socios comerciales, pues es un mecanismo muy importante para la competitividad, ya que ésta por otros medios como los que implica las multicitadas reformas estructurales por lo menos en lo que resta de sexenio difícil que se alcance.
En este sentido, la tasa de interés del “fondeo”, (de liquidez diaria) quizá alcance en el corto plazo el 9.45 por ciento anual, mientras que la de Cetes andará por niveles similares, que en su momento considero serían los “picos” pues como comento arriba, mas altas simplemente puede traer efectos negativos en el crecimiento económico que para este año se estima alcance entre 3.8 y cuatro por ciento, crecimiento al fin pero no suficiente para las grandes necesidades de empleo que requiere el país. La disyuntiva entonces seguirá presente mientras la política monetaria y por consecuencia los créditos bancarios no se flexibilicen sobretodo los destinados al sector manufacturero o de apoyo directo a la actividad económica que es en donde se generan los detonantes de empleos.
¡Hasta la proxima! ...
jorge.cepeda@cbbanorte .com.mx.