Don Martiriano le dice muy contento a su mujer, doña Jodoncia: "¡Vieja, en el club me nombraron ?El Hombre del Año?!". "No me extraña -responde con sequedad la fiera señora-. El año estuvo de la jodida"... La criadita le anunció a su patrona que iba a dejar la casa. "¿Por qué?" -pregunta ella. Responde la muchacha: "Es que me pagan muy poco por lo que hago, y nada por lo que el señor me hace"... El café con crema de la máquina automática costaba 20 pesos. Babalucas le echó dos monedas de 10 pesos. Se oyeron ruidos; por una espita salió el café, y por la otra salió la crema. El vaso, sin embargo, no salió y los líquidos se fueron por el escurridero de la máquina. "¡Lo que es la automatiza-ción! -exclama muy admirado Babalucas-. ¡Hasta se lo toma por ti!"... El marido de doña Cebilia comentó en la fiesta: "Mi esposa lleva ya tres meses usando un rodillo para adelgazar". Pregunta alguien: "¿Y ha adelgazado algo?". Contesta el señor: "Ella no, pero el rodillo sí"... Desde el primer día de su matrimonio don Cornulio supo la clase de mujer con que se había casado. Llegó con su flamante esposa al hotel donde pasarían su noche de bodas. Los acompaño a la habitación un botones joven, apuesto y personudo. Ya en el cuarto, Facilisa -que así se llamaba la recién casada- le pidió al anheloso novio que fuera al bar del hotel a tomarse una copita mientras ella se disponía para la noche nupcial. Cuando volvió Cornulio al cuarto encontró a su desposada refocilándose cumplidamente con el membrudo mancebo. "¡Traidora! -le grita en paroxismo fúrico-. ¡Mala mujer! ¡Vulpeja inverecunda! ¡Mesalina!". "Ay, Cornulio -replica ella con quejumbrosa voz sin suspender su regodeo-. Yo aquí ensayando para ti, y tú llenándome de injurias"... Próximamente haré una gira por el Viejo Continente. Quiero decir que viajaré por Estados Unidos. Hay en la Europa de este tiempo una especie de renovación que yo no dudaría en calificar de espiritual. Los grandes sufrimientos de la guerra, los terribles recuerdos que dejaron sucesos como el Holocausto, los males que causó la tiranía comunista, todo eso ha llevado a los europeos a formar una unión que ya no sólo es de carácter económico, sino que mira a la defensa y protección del continente frente a las amenazas de la guerra, el terrorismo y todas las formas de violencia que amenazan a la humanidad. Dicho de otra manera, los países europeos buscan con ansiedad la paz, y la procuran por todos los medios a su alcance. Ciertamente afronta Europa graves problemas de racismo, nacionalismo insano y excesos en el ejercicio de la libertad individual, pero no cabe duda de que el mundo del futuro se está gestando en el continente que suele llamarse "viejo". En cambio bajo el régimen de Bush resurgen en Norteamérica actitudes anacrónicas: el belicismo, el patrioterismo exacerbado, la xenofobia, el fundamentalismo religioso. Por eso digo que ahora los Estados Unidos son el viejo continente, y que las esperanzas de una mejor humanidad las recibimos hoy por hoy de ese nuevo continente: Europa... Viene ahora un cuento de color subido. Las personas que no gusten de leer esa clase de cuentos deben suspender aquí mismo la lectura... Un hombre joven vio con alarma que en su parte varonil le habían salido unas pequeñas ronchas. Fue con un dermatólogo, y éste le dijo que el problema no era grave: lo único que tenía que hacer era exponer la dicha parte al sol; con eso las erupciones desaparecerían. Fue, pues, el joven a la playa y se cubrió todo con arena, dejando sin cubrir únicamente la parte supradicha. Pasó por ahí una ancianita célibe y vio aquello. "¡Mi mala suerte! -exclama desolada-. ¡Toda la vida quise una, y ahora que la encuentro no puedo agacharme a recogerla!"... FIN.
