Ella le dice a él con mucho enojo: "¡Sexo, sexo! ¿Sólo en eso piensas?". Responde él: "Es natural, mi vida. Después de todo somos conejos"... Sonó el teléfono y contestó el señor de la casa. Era un amigo suyo el que llamaba. Le dijo: "Somos tres, y necesitamos ser cuatro. Ven pronto". Inquiere el señor: "¿Dominó?". Responde el que llamaba: "No. Orgía"... La señora le pide al mesero al término de la comida: "Por favor póngame lo que sobró en una bolsa para el perrito". El pequeño hijo de la señora exclama lleno de alegría: "¡Mami! ¿Vamos a comprar un perrito?"... Al empezar la noche de bodas el enamorado novio le dice en igniscente arrebato de pasión a su flamante mujercita: "¿De quién son estos cabellos de oro?". "Tuyos, mi amor" -responde ella. "¿Y estas mejillas de pétalo de rosa?". "Tuyas, mi vida". "¿Y estos labios coralinos?". "Tuyos, mi cielo". Movido por los urentes ímpetus carnales que lo avasallaban el galán abandona de súbito el estilo romántico y deriva sin más hacia el naturalismo. "Y estas pompis -pregunta en el deliquio del deseo- ¿de quién son?". Responde su dulcinea con sinceridad: "Hayan sido de quien hayan sido, ahora son tuyas"... Le dice la mujer a su consorte: "¡Qué tristeza, Contrino! Jamás hemos estado de acuerdo en nada, y eso que ya llevamos 23 años de casados". Replica el hombre: "Veintidós"... La esposa llegó al domicilio conyugal y encontró a su marido en ilícito ayuntamiento con la criadita de la casa. "Te marchas inmediatamente -le dice a la muchacha-. Y entenderás que después de esto no podré recomendarte con mis amigas". "No importa, seño -responde la mucama-. El señor ya me dijo que me recomendará con sus amigos"... El esposo le pregunta a su mujer: "¿Qué tal tu telenovela?". "Bueno -relata ella-, en el último capítulo Clorilia sufre un aborto; su hermano es llevado a la cárcel por traficar con drogas; se incendia la casa de los abuelos y ambos mueren entre las llamas; el negocio de su padre quiebra; su esposo la deja para irse con una mujer más joven que ella, y su hermanita menor tiene que dejar la escuela porque un hombre la violó y quedó embarazada". "¡Qué barbaridad! -exclama el marido al escuchar tantas calamidades-. ¿Cómo se llama esa telenovela?". Responde la señora: "Se llama ?La vida es bella?"... A su regreso de la luna de miel supo el recién casado que quizá tendría problemas en su casa. Su mujercita le preguntó cuando se disponía a hacer el primer desayuno: "Mi vida: ¿tenemos abridor de huevos?"... El papá de Pepito estaba arreglando la ventana del segundo piso. Perdió el equilibrio y cayó al vacío. Se levantó como pudo y todo lacerado regresó tambaleándose a la casa. Pepito, que lo vio caer, le pregunta: "¿Qué me trajiste, papi?"... El cliente del hombre que vendía verdura exclama indignado: "¡Cinco pesos por cada tomate! ¡Póngaselos usted ya sabe dónde!". "No puedo -responde calmosamente el verdulero-. El cliente que vino antes que usted me pidió que me pusiera ahí mismo un pepino de 50 pesos"... Un sujeto le dice a su compadre: "Debo informarle algo que seguramente lo mortificará mucho, pero creo que es mi obligación comunicárselo". "Dígame usted, compadre" -pide con inquietud el otro. Responde el tipo: "Su vecino anda diciendo que la señora esposa de usted, mi comadre, grita mucho cuando hace el amor". "¡Ira de Dios! -rebufa el ofendido esposo, que en su juventud había leído novelas de Salgari-. ¡Ahora mismo voy a preguntarle a mi mujer acerca de eso!". Le pide el otro: "De paso, compadre, también pregúntele de mi parte por qué conmigo nunca grita"... FIN.
