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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

Armando Camorra

La viejecita estaba tejiendo en su sillón cuando de pronto se le apareció un hada madrina. "Puedo concederte tres deseos? ?le dice el hada a la viejita-. "¿Ah, sí? ?replica la vejuca, escéptica-. A ver, convierte en oro este sillón?. El hada madrina toca el sillón con su varita mágica y al punto el sillón quedó convertido en un reluciente montón de oro. "Ah, caray -exclama la viejita ya más convencida-. A ver, ahora conviérteme a mí en una muchacha de 20 años y muy bella?. Nuevo toque con la varita y la anciana se transforma en una hermosísima y curvilínea joven. "Pide tu último deseo? -ordena el hada-. La viejita se apresura a pedir: "Convierte a mi gato en un joven y apuesto galán?. El hada toca al minino con su varita y de él surge un apuesto joven. El joven se dirige a la viejita y le dice: "¿No te arrepientes ahora de haberme mandado con el veterinario para que me castrara??... Aquel tipo era un irresponsable que nunca trabajaba. Un día llega a su casa y le dice a su consorte: "Fui al circo, vieja, y vi en el trapecio a una mujer que sostiene a su marido con los dientes?. "¡Bah! -se burla ella con desdén-. ¡Yo te sostengo a ti con otra cosa y ni presumo!?... Le dice la señora a su marido: "Necesito otra plancha?. Pregunta él: "¿Qué le pasa a la que tienes??. Responde con áspero tono la señora: "Le pasa lo mismo que a ti: tarda en calentarse, muy pronto se le acaba el calor, y ya no tiene resistencia?... El inspector escolar les puso a los niños unas adivinanzas. "Primero tú, Mariolita -dice a una niña-. A ver: ?Agua pasa por mi casa, cate de mi corazón??. "¡El aguacate!? -grita Pepito desde la última fila antes de que la niña pudiera contestar. "A ti no te pregunté, niño -le dice molesto el inspector-. A ver, Chanito: ?Lana sube, lana baja??. "¡La navaja!? -se vuelve a adelantar Pepito-. "Niño, -se impacienta el inspector-. No respondas si no se te pregunta. Te toca a ti, Toñín. ?Oro no es, plata no es, adivíname lo que es??. "¡El plátano!? -grita otra vez Pepito. "-Mira, niño -se enoja el inspector-. Ya te dije que no estés contestando. Si lo vuelves a hacer te voy a sacar del salón. A ver, Juanilita: ?Una vieja larga y seca que le escurre la manteca??. "?!La vela!? -responde Pepito desde atrás. El inspector estalla. Le ordena a Pepito hecho una furia: "¡Se me levanta y se me sale!?. Y contesta Pepito: "¡La ésa!?. (No le entendí)... Como hongos han surgido por todas partes casas de empeño y de préstamos rápidos. Los dueños de algunos de esos establecimientos son verdaderos expoliadores de la gente necesitada. Son en verdad los usureros de nuestro tiempo, que aprovechan la ignorancia o pobreza de las personas para obtener de ellas provechos indebidos. Terminadas las vacaciones muchos tendrán necesidad de pignorar alguna prenda o de solicitar un préstamo urgente, comprometiendo bienes como su automóvil, y aun su casa, bienes que muchas veces pierden por los excesivos intereses que deben pagar, o porque los dueños de esos establecimientos, ayudados por malos abogados, manipulan las cosas de tal modo que quienes caen en sus manos pierden casi obligadamente lo que dan en garantía. La autoridad debe ejercer cuidadosa vigilancia sobre esos establecimientos, y oír las denuncias o quejas de la gente que es víctima de sus abusos... La abuelita leía su Biblia. De entre las páginas del libro cae una hoja seca. "¡Mira lo que encontré en mi Biblia, Pepito!? -dice la viejita a su nieto. "Caramba -responde preocupado el niño-. No vaya a ser un calzón de Eva?... El individuo llega con el oculista y le dice: "Doctor, se me juntan las letras?. "Pues páguelas? aconseja el médico... Celiberia Sinvarón, madura señorita soltera, llegó a la penitenciaría. "Vengo a la visita conyugal? -informa al celador. "Pase usted ?le dice éste-. ¿Con cuál interno??. "¡Con cualquiera!? -responde ansiosamente la señorita Celiberia... le dice una gallinita a otra: "-¿Recuerdas aquella fiesta a la que invitamos a todos los gallos del corral vecino??. "Sí -responde la otra gallinita-. Pero yo no pude ir?. "¡Estuvo tremenda la fiesta! -exclama la gallina-. ¡Fue hace una semana y todavía estoy poniendo huevos revueltos!?... FIN..

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